Juan Román Riquelme y Mauricio Macri son los protagonistas en las elecciones de Boca. A pesar de que la Justicia dictaminó que no se realizarán este domingo 3 de diciembre, los candidatos a presidente y vice respectivamente están activos esperando cuál será la nueva fecha. Pero no es el primer enfrentamiento que tienen, ya que cuando la relación era jugador-presidente, las diferencias ya existían.
En 2001, el actual compañero de fórmula de Andrés Ibarra abrió una línea telefónica para recaudar fondos y retener a Román en el club. El Xeneize estaba por coronarse bicampeón de América ante el Cruz Azul y el entonces mandatario tuvo la idea de pedirle a los hinchas que ayudaran a pagar su contrato a través de una línea telefónica.
“Estamos en un país que vive una recesión económica profunda y se ve afectado en la baja de ingresos“, declaró Macri en junio de 2001. Riquelme estaba muy cerca de ser vendido al Barcelona y esgrimían que no se podía mantener en el club debido a su alto contrato. “El 0-600 es la única alternativa viable para retenerlo“, dijo el entonces presidente según publicó el diario La Nación.
La medida enojó al enganche en una época donde los problemas con los dirigentes no paraban de aparecer. Luego de la semifinal de ida de la Copa Libertadores 2001 ante Palmeiras, el plantel reclamaba premios de títulos pasados. “Los jugadores deberían ir al psicólogo“, señaló el dirigente Orlando Salvestrini poco antes del duelo clave. El equipo terminó ganando por penales y le dedicó el triunfo desde el vestuario.
Todas estas disputas, de alguna manera, terminaron con el escenario actual: Juan Román Riquelme y Mauricio Macri enfrentados en las elecciones de Boca. “No me van a dejar ser presidente“, dijo el enganche en Fox Sports hace más de una década. Mientras tanto, el club espera a la Justicia para definir una nueva fecha de los comicios en Brandsen 805.
¿En qué consistía el 0-600 que puso Macri en Boca?
La idea era que cada hincha de Boca pueda colaborar económicamente de manera individual y telefónica a través del “0-600” que el club dispuso para tal fin. Riquelme rechazó el accionar del pope de la institución: “No sabía nada. Esas cosas me molestan, que no me pregunten y salga en todos lados“.
También se refirió a los hinchas que colaboraban: “Hacen demasiado esfuerzo para sacar una entrada y poder ir a la cancha, yo no soy nadie para que me llamen y tener que andar pagando“. El final de la historia es conocida, el equipo terminó saliendo campeón y Román fue vendido al Barcelona al año siguiente por 26 millones de dólares brutos.
¿Por qué Juan Román Riquelme le hizo el Topo Gigio a Mauricio Macri?
Juan Román Riquelme fue uno de los artífices de la mejor época de Boca con Carlos Bianchi como entrenador. Pero su rendimiento, según sus palabras, no se condecía con los números que percibía en su momento. Llegó a decir que cobraba 1500 pesos por mes y Mauricio Macri filtró recibo de sueldo que fue publicado en la tapa del diario Olé, donde se veía que el número era mayor.
En abril de 2001, continuaban los reclamos por los premios de los títulos conseguidos y no había respuesta de parte de los dirigentes. Pedía 2 millones de dólares como prima cuando la que cobraba era de 240 mil, como la de un juvenil en ese momento.
Y llegó la tarde del Superclásico frente a River, y allí una expresión histórica que se volvió inmortal. Riquelme convirtió de cabeza en el rebote de un penal y fue directamente al palco presidencial, poniendo sus manos detrás de las orejas con un semblante muy serio. “Es que a mi hija le gusta el Topo Gigio“, diría tras el encuentro, sin contar el verdadero motivo del gesto.
El día que Macri le devolvió el Topo Gigio a Juan Román Riquelme
Juan Román Riquelme tuvo su regreso a Boca en 2007. Sin lugar en el Villarreal, el club arregló un préstamo por el primer semestre del año. En la conferencia de prensa donde lo presentaron, Mauricio Macri le hizo un curioso presente. “Tengo un regalito para el retorno“, dijo el presidente de Boca en ese momento y sacó un muñeco del Topo Gigio, a modo de broma por el gesto que le había hecho el ídolo algunos años atrás.
Todo fueron risas en ese momento y Román firmó su mejor rendimiento con la camiseta xeneize en la Copa Libertadores 2007. Fue campeón y en 2008 volvería al club hasta 2014, año en el que su contrato finalizó.