Boca logró uno de sus trinufos que marcan el camino y forjan a un equipo. El Xeneize jugó un verdadero partidazo en Chile y le ganó 2-0 a Colo Colo con goles de Luis Advíncula y Sebastián Villa. Pero tuvo otros actores: uno de ellos fue el arquero, Sergio Romero.
“Chiquito” tardó apenas 30 segundos de partido en lucirse y sacar una pelota que hubiera significado el gol del rival casi desde el vistuario. Después, tuvo cuatro atajadas claves para mantener el cero. Finalizado el encuentro, habló con ESPN y, sobre su actuación, destacó: “Gracias a Dios pude ayudar. Ese es mi rol, ayudar a mis compañeros cuando me necesitan. Nos pudimos llevar el arco en cero”.
Además, marcó las virtudes del Xeneize para terminar llevandose un contundente triunfo de Santiago de Chile: “Hicimos un gran trabajo como equipo. Supimos aprovechar los momentos en el primer tiempo y en el segundo. Cuando nos tocó sufrir, sufrimos bien. Nos llevamos un buen triunfo”.
La mejora de Boca no es casualidad. Y Romero se animó a contar una intimidad que explica mejor que cualquier partido el por qué de este cambio en los últimos partido: “El entrenador (Jorge Almirón) nos está pidiendo cosas que gracias a Dios en el campo de juego salen. Nos pasó en Rosario, que tuvimos dos situaciones clarísimas y las habíamos entrenado. Al día sigiuente nos las mostró y nos dijo ‘muchachos, vieron que se puede’. Lo bueno es que hay un crecimiento, vamos trabjando y la idea la vamos agarrando”.
Por último, con cautela, palpitó el Superclásico del domingo: “Lo importante es que ganamos, era lo que veníamos a buscar. Vamos a ver lo que va a pasar el domingo. Todavía tenemos tiempo para trabajar y encarar un lindo partido”.