El ídolo de Boca habló de todo: se refirió a sus inicios, a sus etapas en el club, cómo es su vida después del fútbol y mucho más. “El cariño que me tiene la gente es muy grande, por eso digo que están locos
“, declaró.

Juan Román Riquelme estuvo presente en Pura Química durante un programa en su honor. El “10”, sereno y auténtico, comenzó hablando de su presente y de cómo es su vida luego del fútbol:

“Ahora estoy disfrutando mucho, mi vida cambió bastante, estoy viendo a mis hijos crecer. Sigo jugando con mis amigos en la semana y disfruto mucho con ellos. Mi sueño hoy es ser un buen padre, me queda el partido más difícil. Los nenes entienden que uno tuvo que trabajar, pero me perdí muchas cosas. Este año no me perdí nada de ellos”.

“Los domingos no estoy extrañando. Cuando tomé la decisión de largar, lo hice en el momento indicado“.

Habló sobre los compañeros que lo rodearon durante su exitosa carrera y del club de sus amores:

“Palermo, Delgado, Forlán, Kluivert no erraban nunca. Jugué con Crespo, Batistuta, Tevez, Messi… la hacían muy fácil”.

“En Boca tengo muchísimos amigos. De la época vieja y de la nueva. Yo vivía para el club. Cuando uno juega no se da cuenta, pero pasa rápido. El cariño que me tiene la gente es muy grande, por eso digo que están locos“.

Durante su etapa en España, comentó lo que vivió en el Submarino Amarillo:

“Villareal era como es Boca para mí. Llegamos a un lugar donde nadie lo esperaba. La gente me tenía tanto cariño que vivía en el pueblo, no se si tanto como el de Boca por que está loco, pero el hincha de Villarreal me quiere mucho. Iba caminando a la cancha. En un momento, pensé que me iba a quedar a vivir ahí, que no iba a volver”.

Contó que el hincha de Boca lo hizo llorar dos veces: la primera tras la inauguración de su estatua y la segunda, el día del banderazo:

“Un día me animé a ver el banderazo, cuatro o cinco meses después, a las 4 de la mañana, sólo. Si lo veía antes me volvía“.

Además opinó sobre el los incidentes en el último Superclásico por la Copa Libertadores:

“Cuando pasó lo del gas pimienta, para mí, lo más importante era ver si los jugadores estaban bien”.

Recordó los problemas y lo que se hablaba cada vez que se terminaba su contrato en el club:

“Se ha hablado muchísimo de mí, cuando se vencían mis contratos. Mi representante jamás pidió plata en Boca. Los últimos cuatro años que jugué en Boca tuve que pagar el 50 % de los impuestos para jugar. Es raro tener en claro que todos los que hablan son siempre los mismos y están comprados, es fácil verlos”.

“Al firmar contratos mi representante preguntaba cuánto podían pagar, tuve que bancarme que digan que pedía dólares“.

También explicó cómo quería retirarse del xeneize:

El único miedo que tenia siempre es que me toquen 6 meses malos y que el hincha de Boca dijera que no podía jugar más . Eso era lo único que me preocupaba. De lunes a viernes podían criticarme todos los días, pero el día domingo sabía que me defendía solo“.

Expresó su felicidad y la de su hijo con Carlos Tevez como líder de este Boca:

“Compartimos mucho tiempo en la Selección, más que en Boca. Él debutó con nosotros cuando lo puso Bianchi en Córdoba. Después yo me fui. Hoy, los hinchas estamos contentos de tenerlo”.

Le preguntaron sobre su futuro como técnico o dirigente:

“Muchos me preguntan por qué no soy DT. Dentro de la cancha me daba cuenta de cosas que iban a pasar, no sé si afuera pasa lo mismo. Si siento que estoy preparado para ser entrenador o dirigente, lo haré“.

Por último, no se olvidó de las próximas elecciones y de cómo fue tratado por la dirigencia:

Yo creo que va a ganar el que está (Angelici), con todo el mal que hizo. Tiene todo comprado. El rival de toda la vida gana todo lo que juega y él va a volver a ganar. Si Angelici gana las elecciones con un título, D’Onofrio va a quedarse en River hasta que se muera”.

“Me molesta que traten de confundir a la gente. Cruzármelos en el club y saber que mintieron. No se cómo les da la cara. Igualmente, el hincha es el dueño del club“.