El mellizo y una de sus primeras entradas a La Bombonera como técnico.

El “Melli” cumple su primer año como entrenador del Xeneize y en Planeta Boca Juniors hacemos un recorrido sobre como fue su ciclo hasta ahora.

Guillermo Barros Schelotto llegó a Boca Juniors en 1997 junto a su hermano Gustavo. Debutó ante All Boys, un 14 de septiembre de ese mismo año, y pudo convertir su primer gol con la camiseta azul y oro. Ya desde allí comenzó a ganarse el corazón de la hinchada y, junto a Martín Palermo, formó una de las duplas más recordadas de la historia.

El ídolo ganó todo lo que se propuso: 4 Libertadores, 2 Intercontinentales, 2 Sudamericanas, 2 Recopas y 6 torneos locales. Más allá de no haber salido de la cantera, “Chapita” se convirtió en uno de los jugadores más queridos dentro del club.

El 2 de marzo de 2016, se realizó su presentación oficial en el equipo donde llegó a lo más alto de su carrera como futbolista. Tras su paso en Lanús y el Palermo de Italia, dónde dirigió sólo 4 partidos, comenzó a cumplir uno de sus más grandes sueños: dirigir a Boca Juniors.

El 3 de marzo de 2016 fue su debut oficial, nada más y nada menos, que por Copa Libertadores y ante un grande de la Argentina: Racing Club. Logró un empate sin goles que repetiría días después ante River Plate, por el Torneo Local, en el Monumental.

En Copa Libertadores, pisaba fuerte. Luego de un importante empate en La Paz y tres victorias contundentes ante Bolívar, Deportivo Cali y Racing; Guillermo logró pasar la fase de grupos como candidato. Por octavos de final, venció a Cerro Porteño y en cuartos, tras una recordada tanda de penales donde Agustín Orion se lució, dejó afuera a Nacional de Uruguay.

Ya en semifinales, el Boca de Guillermo se encontraría con un Independiente del Valle que haría historia y, tras dejar afuera a River, también le pondría fin al sueño Xeneize de conseguir la séptima Libertadores.

En la Copa Argentina, arrancó con el pie derecho. Logró victorias ante Güemes, Santamarina de Tandil y Lanús, por penales. Pero, en Cuartos, se volvería a cruzar con Rosario Central luego de la polémica final del 2015 y una nueva derrota empañaría los buenos resultados.

Por último, en el Torneo Local, el equipo tuvo buenas actuaciones pero irregulares. Con Lanús campeón, finalizó en la décima posición de la Zona 2 y, por el flojo desempeño, no logró clasificar a competencias internacionales.

En el actual campeonato se mantiene invicto en La Bombonera, mostró actitud y mejoría en el rendimiento sobre el final de la primera mitad dónde logro tres triunfos al hilo en los clásicos ante San Lorenzo, Racing y River dejándolo como único líder.

En total, dirigió 51 partidos en los que consiguió 25 victorias, 16 empates y 10 derrotas. Con un 49% de efectividad, el “Mellizo” continúa buscando el estilo de su Boca y esperando que los títulos estén al caer.