En Mar del Plata, con un equipo alternativo, Boca cayó 1 a 0 ante Estudiantes. El sábado, el primer Superclásico.


Tal como ocurre habitualmente en los partidos de pretemporada, reinaron las imprecisiones y los pelotazos. Los primeros momentos del nuevo sistema táctico, encontraron a Claudio Riaño muy alejado del resto de sus compañeros, necesitando bajar más de la cuenta para entrar en juego.

A los 18, Gonzalo Escalante rompió con la monotonía: al mejor estilo fútbol 5, el volante la pisó y asistió a Francesco Celeste, quien no pudo concretar la acción debido a la buena tapada de Gerónimo Rulli.

Luego de algunos sobresaltos defensivos que le costaron la amarilla, Leandro Marín comenzó a proyectarse con frecuencia, siendo la principal salida del equipo. En una de ellas encontró a Nicolás Colazo, quien le pegó de aire, pero no logró vulnerar al arquero rival.

Estudiantes apenas había insinuado con un tiro libre de Jorge Luna y un remate débil de Mauricio Rosales.

Antes del cierre de la primera etapa, Franco Fragapane recuperó la pelota y armó una buena contra. Se sacó un hombre de encima, pero no llegó a definir antes del cierre de Jonathan Silva.

Para el complemento, Guido Vadala, de 16 años, ingresó por Riaño, en su debut absoluto en Primera. Sin embargo, él también sufrió la poca compañía de los extremos.

Con poco, el “Pincha” comenzó a ser un tanto más punzante. Primero avisó Franco Jara, desde lejos, pero su remate se fue cerca del palo derecho. A los 14, el que no perdonó fue Gastón Gil Romero, que con fortuna logró la apertura del marcador. El volante capturó un mal rechazo de Emanuel Insúa y probó de media distancia. La pelota se desvió en Joel Rodríguez e ingresó al arco.

Carlos Bianchi movió el banco pero no encontró respuestas futbolísticas. Joel Acosta, Diego Rivero y Mauro González ingresaron por Celeste, Federico Bravo y Fragapane, respectivamente.

Sin jugar bien, en el último cuarto de hora Boca pudo empatarlo. Guillermo Burdisso conectó un buen cabezazo, pero una vez más apareció la figura de Rulli, quien envió la pelota al córner con su pierna.

Los últimos minutos sirvieron para que Emanuel Trípodi enmiende parcialmente su flojo rendimiento. El arquero respondió abajo tras un potente remate cruzado de Carlos Auzqui y tapó con la rodilla un disparo de Román Martínez.

Y así se fue el primer partido del Xeneize en este 2014. En lo individual, se destacan algunos pasajes de juego de Marín y Colazo y no mucho más. Igualmente, resulta prematuro hacer un análisis de lo ocurrido. El sábado, ante River, será el debut del equipo titular de Bianchi. Esto recién empieza.