Claudio Daniel Pérez, mejor conocido como Chiqui, llegó a Boca a comienzos del 2013 por pedido explicito de Carlos Bianchi para su tercera etapa en el club. El defensor central arribó al Xeneize después de mostrar un gran rendimiento en Belgrano de Córdoba y con un asterísco gigante en su curriculum: fue uno de los responsables de mandar a River a la B Nacional en la recordada promoción del año 2011.

Jugó Copa Libertadores en el Xeneize y compartió plantel con figuras como Juan Román Riquelme y Fernando Gago. Fue dirigido por Carlos Bianchi y Rodolfo Arruabarrena: disputó 39 partidos en 2 años, marcó dos goles y brindó una asistencia.

A sus 38 años, el Chiqui tomó la decisión de colgar los botines luego de un último paso por Atlas en el ascenso argentino. Rescidido en la ciudad de Córdoba, Pérez está la espera de su primer desafío profesional como entrenador: la vocación que eligió después para seguir ligado al fútbol. Así se lo contó a Planeta Boca Juniors en una entrevista exclusiva en la que repasó su estadía en el Único Grande y mucho más.

Chiqui Pérez en Boca. Atrás, Guillermo Burdisso.

Chiqui Pérez en Boca. Atrás, Guillermo Burdisso.

-¿Cómo llevás la vida después del fútbol?

-Mejor de lo esperado, ya lo venía pensando hace más de un año por diferentes cuestiones. Me levanté un sábado en las vacaciones y dije ‘hasta acá llegué’. Me voy a dedicar al otro paso que es ser Director Técnico, donde estoy agarrando experiencia con algunos equipos de acá de Córdoba.

-¿Te imaginás dirigiendo Boca en un futuro?

-Belgrano y Boca son dos sueños, opciones grandes y lindas. Para ir a Boca tenés que hacer un recorrido muy grande, va gente muy reconocida. Después se irá dando, con mi cuerpo técnico iremos donde nos llamen e iremos armando la carrera.

-¿Cómo fue ser dirigido por Carlos Bianchi en Boca?

-Cuando me llamó Carlos para ir a Boca, imaginate lo que fue… Pura alegría. Ponerse la camiseta de Boca es algo hermoso, ser dirigido por él ya es loco e impensado. Después, ser compañero de Juan Román (Riquelme), (Fernando) Gago, (Agustín) Orión, todos compañeros de Selección. Fue muy bonito para mí e impensado cuando arranqué mi carrera como futbolista.

-¿Cómo es Juan Román Riquelme de compañero?

-Es tranquilo. Me llevé bien con él y es lo más importante. Hoy en día puedo cruzarme a cualquier compañero mío, saludarlo y mirarlo a los ojos. Eso es impagable. Tuve la suerte de compartir cancha con él y fue muy bonito.

-¿Cómo es compartir el día a día con jugadores como él?

-Uno los va mirando en el día a día, trata de aprender de sus movimientos. Los mates que compartimos, las charlas que tuvimos, concentraciones, fueron muy lindas para mí. Me dirigió el técnico más ganador (Bianchi) y compartí equipo con el máximo ídolo y actual presidente (Riquelme). No le puedo pedir más nada al fútbol.

-¿Cómo calificás tu paso por Boca? ¿Te quedó alguna espina?

-Mi paso por Boca no fue el esperado. Como todo jugador, quería jugar más. Pero ahí te das cuenta que en Boca tenés que estar al 120%, si bajás 1% no jugás. Son todos jugadores elite, los mejores. Cuando agarré confianza los últimos 6 meses y ya me veía para seguir mucho tiempo más en Boca, el Vasco (Arruabarrena) tomó la decisión de que me vaya faltando 10 días para empezar el torneo. Lo disfruté muchísimo. Me arrepiento una y mil veces de haberme ido y no pensar tranquilo, aguantar un poquito más.

-¿Es verdad que pudiste salir antes pero el Vasco te pidió que te quedes?

-Con el Vasco al principio no jugué. Después me hizo jugar, en la pretemporada (enero 2015) era el titular y de un día para el otro pasé a ser el quinto defensor. La verdad eso al jugador le molesta mucho. Tomé la decisión de no ser ni el quinto ni el sexto jugador y buscar mi camino por otro lado. Cuando te dicen que sos el quinto o el sexto, es prácticamente que vas a ir a entrenar y no vas a jugar ni siquiera en una práctica.

-Ahí volviste a Belgrano y compartiste zaga central con Cristian Lema. ¿Te sorprendió su adaptación a Boca?

-Cristian se acomodó bien conmigo en ese Belgrano, tuvimos un gran año los dos juntos. Creció mucho él en ese 2015, tuvo el despegue en su carrera. Agarró confianza y se fue al Benfica. No me sorprende su adaptación a Boca. Él venía jugando, entrenando y cuando le llegó la posibilidad aceptó. Es muy difícil decirle que no a Boca. Uno hace todo lo posible como jugador para ir vivir esa experiencia. Hoy Lema la está viviendo y se está haciendo dueño de la defensa.

-Desde tu experiencia, ¿qué consejo le darías?

-Futbolísticamente le diría que siga igual. Lo vi bien, cuanto tuvo que ir para adelante fue. Hasta ahora rindió todos los partidos. En cancha de River no es fácil jugar y estuvo a la altura. Tiene que seguir por el mismo camino para poder quedarse mucho tiempo más.