La primera gran apuesta positiva de Jorge Almirón fue la de Valentín Barco. En Ezeiza hace años que todos hablan maravillas del joven que recién tiene 18 años, pero los últimos entrenadores no lo tuvieron en consideración. Ni bien llegó, el DT fue a ver a la Reserva y automáticamente lo subió a los entrenamientos con la Primera División.

Lo puso de titular ante Estudiantes de La Plata y fue de lo poco rescatable del equipo. Por eso se ganó la oportunidad de ir nuevamente desde el arranque: ahora por Copa Libertadores, ante Deportivo Pereira, cuando tuvo un cierre de noche soñado.

Valentín llegó al fondo y se la dejó en la cabeza a Alan Varela, que definió de gran manera para poner el 2-1 definitivo que valió el desahogo de todo Boca. “No puedo creer el pase que dio Barco, fue un pase atrás. Jugó un partidazo. Estoy muy contento por él, orgulloso, dio un pase gol increíble, no lo puedo creer todavía”, dijo el DT en conferencia de prensa.

Pero ahora revelaron cuál es el aspecto de Barco que volvió loco a Almirón desde que se sentó en el banco de suplentes del Xeneize. Y no tiene que ver con la habilidad, sino con la inteligencia. El periodista Diego Monroig contó que “Almirón define a Barco como un jugador que entiende el juego” y esa sería la virtud que más sorprendió del juvenil.