Un 26 de abril de 1949 nacía en Buenos Aires Carlos Bianchi, una de las máximas glorias del fútbol argentino y de la historia de Boca Juniors. Como futbolista fue uno de los más prolíficos goleadores de su época, y como entrenador se ganó un lugar entre los mejores de todos los tiempos.

Bianchi debutó como jugador con Vélez Sarsfield en 1967, pero no fue hasta 1968 que su figura comenzó a notarse. Se adueñó de la delantera del Fortín a base de goles, y luego del éxito en el Torneo Nacional de 1968, se despidió del fútbol argentino como goleador de la Primera División en 1970 y 1971.

Eso lo catapultó al fútbol europeo, y llegó a Francia para vestir la camiseta del Stade de Reims, Racing de Estrasburgo y, principalmente, del Paris Saint-Germain. Allí fue el máximo goleador por cinco temporadas, antes de regresar a la Argentina a volver a vestir la camiseta de Vélez y ser nuevamente goleador en 1981.

Bianchi regresó a Francia en la Temporada 1984/85, para buscar el ascenso a Ligue 1 con su querido Stade de Reims, algo que no consiguió, pero allí descubrió su vocación como entrenador, al ser DT y jugador a la vez durante algunos meses.

Carlos Bianchi cerró su etapa como futbolista profesional con 385 goles en primera división; sus 209 tantos con la camiseta de Vélez lo ubican como el máximo goleador histórico de la institución, y sus 179 tantos en Francia lo dejan como el noveno máximo artillero de la Ligue 1.

Su primera y gloriosa etapa en Boca

Como no podía ser de otra manera, su primera experiencia como entrenador en Argentina fue con Vélez Sarsfield, y lo ganó todo. Bianchi llevó al club de Liniers a consagrarse tres veces en el fútbol argentino (92/93, 94/95 Y 95/96), a la vez que conquistó la Copa Libertadores y la Intercontinental de la temporada 1994/95 con el Fortín.

Tras un paso sin pena ni gloria por la Roma, y una vez finalizado el Mundial 1998 en el cual trabajó como comentarista, Carlos Bianchi fue el elegido por Mauricio Macri para tomar el cargo de entrenador de Boca Juniors. Ese momento marcó un antes y después en la historia tanto del Virrey, como del Xeneize.

Bianchi forjó a Boca como bicampeón argentino

Inmediatamente, Bianchi llevó a Boca a la gloria y tras seis años sin títulos, ganó el Torneo Apertura 1998 como campeón invicto. Aquel equipo, conformado usualmente por Óscar Córdoba en el arco, Rodolfo Arruabarrena, Jorge Bermúdez, Walter Samuel y Hugo Ibarra en la defensa, Mauricio Serna, José Basualdo y Diego Cagna en el medio del campo y una delantera con el joven Juan Román Riquelme como enlace, Guillermo Barros Schelotto por fuera y Martín Palermo como referencia, quedará grabado en la historia grande de Boca Juniors, y en el recuerdo de todos sus hinchas.

Boca extendió su invicto a 40 partidos durante el Torneo Clausura 1999, en el cual se consiguió el Bicampeonato, y las bases estaban sentadas para el éxito internacional. El Xeneize regresó a la Copa Libertadores tras seis años de ausencia, y realiza una campaña histórica para obtener la que, en aquel momento, fue la tercera Libertadores para el club.

Bianchi, campeón de América y del Mundo con Boca

Tras los títulos de 1977 y 1978, Boca conquistó la Libertadores en el 2000, donde lo más recordado fue el partido de vuelta de los Cuartos de Final contra River Plate, donde Boca ganó 3 a 0 para dar vuelta el 1-2 de la ida. En aquel partido, Martín Palermo regresó tras seis meses de ausencia por una lesión en su rodilla, y convirtió para el Xeneize.

En semifinales Boca superó al América de México, y la final fue otra serie inolvidable, con la victoria por penales ante Palmeiras y en Brasil, tras dos atajadas de Córdoba en la definición, lo cual le dio a Boca la Libertadores tras 22 años.

La victoria ante Palmeiras llevó a Boca directamente a Japón, para enfrentar al entonces campeón de Europa, Real Madrid. El equipo dirigido por Vicente del Bosque llegaba con el mote de ‘Los Galácticos’, ya que reunía a las principales figuras del fútbol de aquel momento, con jugadores como Roberto Carlos, Luis Figo, Raúl o Iker Casillas en su plantel.

Sin embargo, el 28 de noviembre del 2000 Boca haría historia con dos goles de Martín Palermo, una actuación consagratoria de Juan Román Riquelme y la entrega de un equipo que conquistó el mundo bajo la tutela de Carlos Bianchi.

Bianchi y el hito de ser bicampeón de la Copa Libertadores

Boca era el mejor equipo del mundo en el año 2000, pero como americano, sucumbió ante el fútbol europeo. El Xeneize vendió a muchos jugadores y disolvió aquel equipo campeón; las salidas de Palermo, Samuel y Cagna fueron de las más sensibles.

No obstante, y a pesar de un rendimiento irregular en el campeonato local, Boca y Bianchi volvieron a mostrar esa mística internacional que se había gestado el año previo y llegaron a la final de la Copa Libertadores para defender el título.

Boca dejó en el camino a clubes como Junior, Vasco Da Gama y Palmeiras para enfrentar al Cruz Azul mexicano en la definición. Una vez más, todo llegó a penales y, una vez más, Óscar Córdoba fue figura para darle el Bicampeonato de América a Boca.

La cuarta para el club, la tercera para Bianchi y el último título en su primera etapa en Boca, la cual terminó con la caída ante Bayern Múnich y el desgaste de la relación entre el entrenador y Mauricio Macri, Presidente del club.

La tercera Copa Libertadores y otra vez en la cima del fútbol mundial

En 2003 Boca atravesaba un momento complicado, tras perder esa ‘mística’ que le había dado Bianchi. El club peleó campeonatos y la Libertadores, pero se quedó corto, y los fanáticos pidieron una vez más por Bianchi. Macri tuvo que ceder a los deseos de la hinchada, y en 2003, el Virrey regresó a Boca.

Ya sin Riquelme, Palermo ni Córdoba, el entrenador se encontró con un plantel prácticamente nuevo, sin demasiados referentes. El regreso de Cagna fue una rueda de auxilio importante y la figura de Carlos Tévez emergió. Bajo la tutela de Bianchi, Carlitos se convirtió en el mejor futbolista de Sudamérica (2003 y 2004), y de inmediato Boca ganó nuevamente la Copa Libertadores.

Lo hizo con solvencia, tras eliminar a Paysandú, Cobreloa y América de Cali. En la definición dio cuenta del Santos de Brasil con un 5-1 global, la mayor diferencia en la historia de la Copa Libertadores en final a doble partido. Bianchi y Boca nuevamente eran Campeones de América y ahora tocaba viajar a Japón para enfrentar al Milan de Carlo Ancelotti. Con esta conquista, el Virrey se convirtió en el entrenador con más Copas Libertadores ganadas en la historia, con cuatro títulos.

Previo al viaje a Yokohama para jugar la Intercontinental, Bianchi y Boca consiguieron el Torneo Apertura 2003. Ya en Japón, Boca y Milan jugaron un gran mano a mano, que terminó 1 a 1 (Donnet para Boca y Tomasson para Milan), para que luego en los penales emergiera la figura de Roberto Abbondanzieri. Boca volvió a envolverse en la gloria mundial, y a ser el mejor equipo del mundo con Bianchi a su mando.

En 2004 Boca vuelve a alcanzar la final de la Copa Libertadores, luego de eliminar a River por penales en una semifinal para la historia, pero el Once Caldas de Colombia sorprendió al mundo y arruinó los planes de Boca y Bianchi, que luego de perder la final decidió dejar el cargo.

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Su último paso por el club

Bianchi tuvo dos etapas que cerraron su historia con Boca, ninguna de ellas con mayores alegrías ni decepciones. Primero, como director deportivo durante la gestión de Jorge Ameal. Fue un año el que ocupó dicho cargo, el mismo que tuvo en Paris durante 1991 y 1992, pero decidió irse cuando se le ofreció la oportunidad transformarse en entrenador.

No obstante, en 2013 Bianchi sí aceptó la oferta para dirigir a Boca, que venía de perder la final de la Copa Libertadores 2012 con Julio César Falcioni al mando. En esta etapa, Bianchi alcanzó unos Cuartos de Final de Copa Libertadores y un subcampeonato en 2014, antes de que la comisión directiva decidiera ponerle fin a su último paso como entrenador.

Estatua en Boca

En 2016 y a modo de homenaje por quien ha sido el mejor entrenador en la historia del club, Boca Juniors presentó la estatua de Carlos Bianchi. El monumento fue forjado por el escultor Enrique Savio y presentado frente a una multitud de fanáticos que dieron el presente para vanagloriar al prócer del club.

Futbolistas de la talla de Juan Román Riquelme, Sebastián Battaglia, Guillermo Barros Schelotto, Marcelo Delgado y Rolando Schiavi lo acompañaron. Así mismo, otras figuras que estuvieron bajo su cargo en Boca también lo saludaron a la distancia y lo hicieron emocionar hasta las lágrimas.

No caben dudas de que Carlos Bianchi ha sido, es y será, una de las figuras más emblemáticas en la historia de Boca Juniors. Su legado quedará marcado por siempre como uno de los más importantes y gloriosos en la historia de la institución, y su leyenda es celebrada y recordada a diario por los hinchas del club.