Ya pasaron dos años de la final que nunca fue. En febrero de 2023, River y Banfield disputaron un partido para definir al equipo que se enfrentaría a Boca por la final del Trofeo de Campeones del 2020.

El eterno rival venció al Taladro y todo indicaba que iba a ver un nuevo Superclásico en la definición de la Copa que jugaban el campeón de la Liga y el de la Copa de la Liga. Sin embargo, ese partido nunca sucedió.

Boca y River nunca definieron el Trofeo de Campeones 2020. (Getty Images)

La AFA nunca organizó el encuentro y tampoco brindó explicaciones al respecto, así como tampoco una certeza sobre si algún día se jugará esta final pendiente. En un momento, estuvo la idea de disputarla el año pasado, pero nunca se fijó la fecha. Sumado a eso, los clubes dejaron de reclamar conforme fue pasando el tiempo.

La Supercopa Argentina 2020, la otra final que le deben a Boca

Junto con la final del Trofeo de Campeones 2020, la AFA también quedó debiéndole otra final a Boca: la Supercopa Argentina del mismo año. Con la pandemia de por medio, fue muy complicado que ese encuentro se realice.

Dicho partido también se debió disputar contra River, pero al igual que el Trofeo de Campeones, nunca sucedió. Juan Román Riquelme siempre reclamó por ambos partidos definitorios, pero no hubo respuesta alguna. Finalmente, el partido quedó pendiente sin ninguna explicación y tampoco una posible fecha, por lo que todo indica que aquellas finales seguirán pendientes en el corto plazo.

Las declaraciones de Riquelme sobre las finales pendientes

El presidente fue uno de los pocos que siempre salió a hablar sobre las dos finales pendientes que le deben a Boca. “Hemos ganado 6 títulos con una pandemia de por medio… Y aún nos deben dos finales”, aseguró Román.

Sin embargo, con el pasar del tiempo, la dirigencia Xeneize poco a poco dejó de hablar sobre aquellas finales adeudadas y el tema terminó diluyéndose. En ese 2020, Boca también había levantado la Copa Diego Maradona. Un año después, el Xeneize conquistó la Copa Argentina 2021 de la mano de Sebastián Battaglia.