El Boca de Diego Martínez sigue con un compromiso por cumplir con el hincha. Si bien ayer mejoró con respecto a lo hecho en el primer partido vs Platense, aún no logra demostrar lo que tanto pregonó: un equipo dinámico e intenso, en especial en la mitad de la cancha.
En este mercado de pases, Boca necesitaba un refuerzo más relevante que cualquier jugador, el de un entrenador que busque ser protagonista en el área rival. Luego del subcampeonato de Copa Libertadores, Juan Román Riquelme decidió cumplir un viejo anhelo de darle la oportunidad a un técnico que pregona otra bandera, la de ser ofensivo. Y eso finalmente sucedió a comienzo de este año, incluso las frases de la presentación en conferencia de prensa le dieron al hincha la esperanza de que el inicio del campeonato fuese de otra manera.
Qué busca Diego Martínez para el juego de Boca
Algunos fragmentos, cortos por cierto, en los amistosos de pretemporada y las indicaciones del DT con un mensaje claro, es lo único que nos da un parámetro de que la búsqueda por el juego sigue activa, pero que aún no se logra ver.
En el primer partido no se vio prácticamente nada de lo buscado, solo algunos movimientos de Kevin Zenón cuando ingresó. Y en el segundo algo similar, un Boca que no tenía funciones fijas en la delantera pero que con poco dominaba el encuentro. En el segundo tiempo fue por más, pero la falta de eficacia de la mano de un desafortunado Cavani que desperdició jugadas muy claras, no logró garantizar el resultado. El único lado positivo fue otra vez el ex Unión de Santa Fe que le cambia la cara al equipo y que mediante su juego logra sacarlo adelante.
Hasta el momento, Diego Martínez está en deuda en Boca
“No me gusta nunca perder, pero si tengo que perder puntos, con este nivel del equipo me deja más tranquilo”, fue la frase que manifestó Diego Martínez en conferencia de prensa post partido. La gente de Boca no se identificó con lo dicho. Si bien se entiende que afirma esto por la cantidad que jugadas que creo en el arco rival, aún el hincha no está conforme con el juego ni las intenciones de ese equipo y mucho menos si se analizan que la falta de victorias fue contra dos rivales de muy poco peso.
En pocas horas llegará Tigre, tercer partido del ciclo Martínez. Otro débil rival en un arranque de campeonato que permitía a Boca soñar con un comienzo ideal desde el puntaje, pero que la realidad marca que será en busca de la primera victoria del ciclo. Será clave para Martínez empezar a pagar cuanto antes la deuda de resultados y juego que tiene el equipo con el hincha de Boca.