Rómulo Zemborain llegó al club en el año 2003 de la mano de Mauricio Macri, en esa época fue protesorero. Después lo colocaron como presidente del departamento del básquet, e incluso fue encargado del fútbol juvenil. Hoy es el secretario general.
El dirigente expresó lo hermoso que son las inferiores del club:
“El fútbol juvenil es el mejor lugar. Es el corazón del cual se nutre el club, con lo que se cubren los déficits. Boca en los últimos años creó muchos jugadores que nos han puesto en el lugar que estamos”.
“Mi sensación es que los jóvenes no se venden, se van, y es lógico que se vayan”.
“Todos creen que la vida del jugador es liviana, sencilla y la realidad es que el sacrificio que hacen es mayor al de mi hijo. Arrancan el día a las seis y media de la mañana para ir al colegio, después van a su casa para almorzar, de ahí se van a entrenar, y después tienen que empezar a estudiar. Los viernes no pueden salir porque los sábados juegan, entonces cuando tienen la posibilidad de salvarse económicamente, no lo dudan”.
“Es lógico, más allá del pensamiento del hincha que siempre quiere disfrutar un rato más a sus jugadores”.
Respecto a últimamente no poder conseguir títulos con el club, comentó:
“Creo que no pudimos amalgamar equipos, sino que hemos tenido muchas individualidades. Nos faltó concretar la idea colectiva”.
“Por otro lado están aquellos que no llegaron a tener el rendimiento esperado. Así como también falto un poquito de suerte”.
Además confía en Riquelme y que no se note la ausencia del “Titán”:
Espero que Román esté bien y que la ida de Palermo podamos suplirla con Lucas Viatri, que viene demostrando estar a la altura de ponerse la nueve de Boca”.
Por último dice que económicamente el club está perfecto:
“La gente puede estar tranquila en el aspecto económico porque el balance que presentaremos será el mejor en la historia de Boca, pero esto es algo adicional, porque los hinchas queremos ganar”.