La figura del partido. Sánchez Miño dejó de ser una promesa y sigue deleitando al público Xeneize con su habilidad. Hoy fue clave para la victoria del equipo ante Independiente.

Hace un tiempo, lejano ya, era una de las promesas de las inferiores Xeneizes. Todos veían en él a un pichón de crack. Y no defraudó. Pasó el tiempo y el rótulo de promesa le queda chico. Ya es una realidad. Es Juan Sánchez Miño, la figura de esta tarde en La Bombonera.

El volante se ganó la titularidad y hoy la justificó. Fue el más desequilibrante del conjunto de Falcioni. Por la izquierda, fue un dolor de cabeza para Galeano, defensor del “Rojo”. En varios momentos se asoció muy bien con Viatri, quien lo asistió a la perfección. De esas combinaciones salieron las primeras dos jugadas de peligro del partido, en sus pies. Primero por un defensor y luego por Hilario Navarro, no terminaron en gol.

Pero tuvo revancha. En el primer minuto del complemento, él mismo recupero la pelota en la mitad de la cancha, eludió a un rival y remató desde lejos. Un disparo fuertísimo que no pudo contener el arquero de Independiente. Golazo de Juan para sellar la victoria que le da a Boca la tranquilidad de seguir en la punta. Y la tranquilidad de saber que ya no cuenta con una promesa, sino con una realidad.