Otro gran partido de la Selección Argentina y una nueva alegría que hoy lo pone entre los ocho mejores del Mundial. Con un nivel ascendente, el campeón de América inició su camino en la fase eliminatoria con una victoria frente a Australia, revelación del Grupo D al finaiizar como escolta.
A priori, la Albiceleste contaba con un plantel superior a su rival y con suma paciencia fue inclinando el partido a su favor. Pese a ser un claro dominador, le costaba generar jugadas de riesgo y cuando parecía que el entretiempo iba a finalizar sin goles, el “10” despertó la euforia de todos los presentes.
Faltando diez minutos para el final de la primera parte, se presentó una oportunidad mediante la pelota parada. Con el aporte de Nicolás Otamendi y Alexis Mac Allister, Lionel Messi se hizo cargo de la jugada y destrabó el partido con un zurdazo rasante y letal.
Mientras el astro rosarino corría a celebrarlo junto a sus compañeros, una de las cámaras captó a Lionel Scaloni quien lo festejó con absoluta tranquilidad, algo lejano a lo que sucedió días atrás ante Polonia. ¿Tranquilidad por la apertura del resultado o concentración absoluta por la trascendencia del encuentro?