En el segundo tiempo, Boca estaba ganando 1 a 0 con un gol de Franco Fragapane. Cuando iban 23 minutos, Carlos Marques Semeao se elevó para disputar una pelota con un jugador del “Taladro” y terminaron chocando. El juvenil arquero de Boca quedó tendido en el piso y no se movía.
Inmediatamente, sus compañeros y rivales gritaron pidiendo asistencia médica. Los doctores corrieron a ayudarlo e intentaron recobrarle el conocimiento que había perdido. Con apuro, los médicos llamaron a la ambulancia, ésta no estaba en el lugar que correspondía y el chofer no encontraba las llaves de la misma. Cuando sus compañeros quisieron abrir la puerta para que salga el vehículo, ésta estaba trabada. Los jugadores de Boca y gente que se encontraba allí tuvieron que romper el alambrado para que la ambulancia pueda salir.
Finalmente, Carlos Marques Semeao fue trasladado a la Clínica de Monte Grande donde recuperó el conocimiento. Luego, cuando ya se encontraba mejor lo llevaron al Sanatorio Los Arcos, lugar en el que quedó en observación.
El episodio que se vivió en el mediodía del sábado en el predio de Banfield fue una verdadera vergüenza. Por suerte, esto no pasó a mayores y el juvenil está evolucionado favorablemente. Esperemos que este hecho sirva para que de una vez por todas se puedan prevenir estos hechos que nadie desea. Para no sufrir consecuencias no gratas, hay que observar que todas las normas de seguridad se cumplan, antes de que ocurra la acción desafortunada.
Esperemos que desde hoy el Club Atlético Banfield tome cartas en el asunto y ponga el predio en correctas condiciones para que no se vuelva a vivir una situación así.