El Xeneize salió a buscar el partido desde el comienzo. A los dos minutos avisó Blandi por primera vez, conetando un buscapié que terminó en las manos del arquero.
Esa actitud del equipo, comandado por un Riquelme enchufadísimo, llevaron al gol tempranero: a los 8, la bajó Caruzzo y la empujó Blandi abajo del arco. El local se ponía en ventaja “desde el vestuario”.
Con el resultado a favor, los de Bianchi manejaron el juego y las situaciones. “Pol” Fernández, que ingresó en lugar del lesionado Ledesma, pudo estirar la ventaja pero su remate fue desviado por Banguera. Y el tavesaño evitó el doblete de Blandi. Pese a tener chances, el conjunto azul y oro no pudo irse al descanso con un tanto más.
El arranque del complemento fue accidentado: primero, Franco Sosa se fue lesionado y lo reemplazó Albín. Después, Orion prendió la alarma, aunque continuó sin problemas. Y luego le tocó a Blandi salir en camilla, pero volvió a ingresar.
En cuanto al juego, el Xeneize siguió dominando las acciones con tranquilidad. Un disparo de Fernández pudo ser el segundo, pero se fue cerca.
Y, una vez más, Blandi avisó. Esta vez quedó solo en el área y cabeceó, sin embargo su impacto no fue fuerte ni preciso. Los dirigidos por el “Virrey” sumaban chances de gol, pero les faltaba puntería para cerrar el partido.
Si bien Barcelona apretó por momentos, con más fuerza de voluntad que fútbol, el local supo aguantar la presión. Sobre los 38 minutos, Matías Caruzzo derribó a Damián Díaz en el área y generó la polémica. Todo el equipo ecuatoriano reclamó penal, el juez no vio lo mismo.
Para tratar de liquidarlo, Bianchi mandó a Viatri para ocupar el puesto de Martínez. Pero la historia ya estaba escrita. Victoria de Boca que lo ubica como líder parcial del grupo 1, con 9 puntos. Le saca dos de diferencia a Nacional, que juega mañana. La clasificación a octavos de final, muy cerca.