En los últimos años se dieron casos en donde los juveniles se marcharon de sus clubes por la patria potestad. Dentro de este grupo se encuentra Santiago Ramos Mingo, una de las tantas joyas que tenía Boca y se marchó a Barcelona apenas se dio la llegada de la dirigencia actual.
Negándose a firmar su primer contrato como profesional, emigró a España para sumarse al conjunto culé. Con actuaciones en el Filial B, nunca llegó a debutar en el primer equipo y en junio de 2022 fue dejado libre. A meses de aquel episodio, el defensor armó sus valijas y se sumará a un club del fútbol argentino.
Sin continuidad en el OH Leuven de Bélgica, institución dueña de su pase, iniciará el 2023 en Defensa y Justicia. El central de 21 años llega al Halcón de Varela en condición de préstamo por un año y con opción de compra. Pese a que tuvo ofertas de varios equipos del exterior, se inclinó por vivir su primera experiencia en el país.
Esta será el tercer club en su carrera para el joven que se despidió del Xeneize envuelto en polémicas. Cabe destacar que luego de aquel hecho, la historia continuó en lo judicial.
Con unas semanas como presidente del club, Jorge Amor Ameal consideraba ilegítima la contratación del Barça al no recibir una compensación económica. Y es por eso que se produjo el reclamo correspondiente por 17.400.000 de euros por los derechos de formación, pero sin obtener una respuesta positiva tanto por la FIFA como el TAS, fallando a favor de los catalanes.