Boca desperdició sus chances de arrimarse, perdió tras cinco encuentros y se aleja del campeonato y la clasificación a la Libertadores. Fue 2-1 y otra vez aparecieron los problemas de las primeras fechas.

Boca no termina de acomodarse en el campeonato y la gran incógnita pasa por si ya será muy tarde para que eso suceda. Van 12 fechas, el Xeneize cayó hoy por cuarta vez y está a seis de lo más alto, aunque al finalizar la jornada puede quedar todavía más relegado.

Desde el inicio el Xeneize mostró falencias en el control de la pelota y en las marcas por el sector derecho, donde Gary Medel no hizo pie y dejó atrás su rendimiento que ilusionó a todos frente a Chacarita.

A los 4 minutos, un jugador de Central fue derribado cerca del área. El tiro libre era de sumo riesgo y lo ejecutó Jesús Méndez. Roberto Abbodanzieri se jugó por su palo más lejano, pero el volante se la tiró al suyo y cuando el Pato quizo volver ya era demasiado tarde. Empezaba a verse que no era su noche.

Boca, enceguecido por la pronta desventaja, produjo poco y nada y sufrió mucho en el fondo. Claro que como el Canalla tampoco defendió de la mejor manera contó con algunas chances producto de fallas del rival e incluso un gol mal anulado por una inexistente posición adelantada de Nicolás Gaitán, quien fue el jugador más peligroso del elenco de Alfio Basile.

Se sintió la ausencia de Juan Román Riquelme. Es que Federico Insúa participó poco, Cristian Chávez estuvo impreciso y todo terminaba en centro a Martín Palermo, que luchaba en soledad.

Sin embargo, y gracias a Gaitán en gran parte, el Xeneize se encontró con la igualdad. El delantero se jugó en la individual y fue derribado a unos metros del área. Insúa se la dejó a Juan Krupoviesa y el tucumano sacó un fortísimo remate que fue inatajable para Jorge Broun. Era el 1-1 sobre los 35 minutos. Apenas un rato después, Martín Palermo apareció solo tras un centro, la bajó y le pegó a la parte externa de la red.

En el segundo tiempo Boca comenzó a imponer su jerarquía individual, apareció aún más que antes Gaitán y también tuvo algunas pinceladas el Pocho Insúa. Con el correr de los minutos el cuadro de la Ribera se adueñó del control de la pelota y tuvo la ocasión de gol más clara. Justamente Insúa dejó en el camino a un defensor, ingresó al área y descolocó al arquero con un pase hacia el pibe, quien con el arco a su merced le pegó y su intento fue desviado en la línea por Paul Ambrossi.

Pocos instantes más tarde, Gonzalo Castillejos se fue por la izquierda de la defensa, perseguido por un pasivo Luciano Monzón (reemplazó a Krupoviesa, lesionado) y se aprovechó de que Abbondanzieri no cubrió como debía el primer poste. A 15 del final llegaba el 2-1, inmerecido para Central que había hecho poco, pero ante un Boca que tampoco realizó demasiado.

Con la dosis de suerte necesaria el Canalla mantuvo la ventaja (un tiro libre en el travesaño de Monzón a 20 segundos del final) y la decepción fue toda para un Boca que volvió a perder el tren y se aleja absolutamente de todo.