Según parece, Leandro Gracián, que vuelve del préstamo en Independiente, será tenido en cuenta por Falcioni para la pretemporada de invierno y el próximo torneo.
Gracián llegó al club como el enganche post Riquelme y post Insúa, sin embargo nunca se pudo hacer eje del equipo ni mostrar las cualidades que exhibió en Vélez, por ejemplo el día del cumple n° 100 de Boca, en un partido en Liniers.
Gran jugador, hábil y atrevido, de buena pegada, no se acomodó a las exigencias de un club que venía de ganar todo con el Coco Basile. Justamente Falcioni, quien lo conoce de las inferiores de Vélez, lo quiere para volver a los primeros planos y, futbolísticamente, no tener que cambiar el esquema cuando Riquelme, en caso de alguna lesión, no pueda jugar.
Paradójicamente, los pocos buenos partidos de Gracián fueron parado como una especie de 8, una mezcla entre enganche retrasado y 5 adelantado, siempre junto a JRR. Ahí el Tano se conectó con el 10, colaboró para que el equipo tenga bien la pelota e incluso dio una mano en la marca. Claro, la “presión mental” recaía en Román y no en él, lo cual lo liberaba y podía jugar mejor.
Habrá que ver qué pasa en esta nueva temporada, y cómo rinde el ex Vélez, ya que para darle una mano a Riquelme, el titular es el Pochi Chávez, quizás el mejor de Boca en el último torneo. También es importante la situación de Walter Erviti, hoy por hoy el ideal para ayudar a JRR, pero a la vez la gran decepción del semestre.