El zaguero de la Selección oriental conducida por el “Maestro” Tabárez había hecho público su anhelo de jugar en nuestro país y estuvo a punto de convertirse en un nuevo refuerzo boquense. Sin embargo, Lillo Foti -presidente de Reggina de Italia- impidió (como ya había hecho una vez) que Valdez se alejara del Reggina.
Boca le ofrecía 300 mil dólares por el préstamo de seis meses y con opción de compra, pero su transferencia se cayó y la negociación no pasó del acuerdo de palabras.
El jugador de 26 años que se formó en Nacional de Uruguay, pasó por Treviso y hace tres temporadas milita en el club de Calabria, reconoció que le hubiese gustado dar por finalizado su ciclo en el equipo italiano: “Ahora quiero salir de acá; si bien la Serie B es muy competitiva no se ve mucho en Sudamérica”.
Previo al desenlace que todos conocemos, el defensor sólo tuvo palabras de admiración por el club que lo pretendió:
“Desde chico miro el fútbol argentino y siempre tenemos presente a los clubes grandes como Boca, River, Independiente, Racing, San Lorenzo… pero Boca es uno de los más importantes del mundo”.
“Hablé con Sergio Otero (mano derecha de Tabarez en la Selección uruguaya) y me habló muy bien de Boca; me dijo que era una institución muy seria y que no lo dude”, le recomendaron cuando aún existían esperanzas sobre su contratación.
Por el lado de Boca, de cara al torneo local (que es su único objetivo) no sólo no reforzó su sector más vulnerable, sino que además se desprendió de un defensor. Con el libro de pases cerrado y a días del primer choque por el Clausura, será tarea de Abel Alves encontrar dentro de los nombres ya conocidos a la dupla de centrales capaz de devolverle la seguridad al fondo Xeneize.