En un típico partido de Copa, Boca y Nacional igualaron 1-1. Fabra adelantó al Xeneize y Fernández igualó para el local. El gol de visitante le da una buena chance al equipo de Guillermo.
Una primera parte sin atracciones. El Xeneize y Nacional se repartieron el dominio de la pelota y ninguno pudo ser profundo. El local empujó por con más ímpetu que fútbol. El conjunto azul y oro no supo acompañar a Tevez, que se mostró activo.
La única aproximación de peligro de Boca fue un remate de Peruzzi que se fue por un costado. Orion tuvo que exigirse para tapar un remate de Fucile. Y no hubo mucho más.
Para el complemento, Guillermo mandó a la cancha a Chávez en lugar de Carrizo. Así, el ataque ganó algo más de dinamismo. El delantero sacó un remate que pasó cerca, pero la jugada más peligrosa la tuvo Nacional: Romero y Polenta lo tuvieron y no lograron rematar al arco. Un verdadero milagro.
De la nada, sin esperarlo, llegó el gol: a los 24 minutos, Boca fabricó colectivamente la jugada, Fabra se proyectó y terminó definiendo por el costado izquierdo. Gran paso del Xeneize, clave para la serie.
Pero la alegría duró poco. O casi nada. A los 30, Sebastián Fernández encontró un rebote tras un corner y no le dio opciones a Orion para poner el 1-1. Así, el local volvía a meterse en el partido.
Guillermo intentó buscar el segundo y mandó a la cancha a Osvaldo y Bentancur, en lugar de Pavón y Meli, respectivamente. Ambos entraron poco en juego.
Salvo los goles, hubo poca atracción. Fue un justo empate pero queda la sensación de que Boca tomó la ventaja y, quizás, pudo haberla aguantado. La serie y el pase a semifinales se definirá la próxima semana en La Bombonera.