Boca se hace fuerte en ataque, pero sufre en defensa. Guillermo dijo que no buscarán un tercer refuerzo, ¿le alcanzará con lo que tiene para pelear el torneo?
Boca terminó el 2016 jugando en un alto nivel, convirtiendo muchos goles y liderando el campeonato. Con la reaparición de Fernando Gago, los goles de Ricardo Centurión y la calidad de Carlos Tevez, el Xeneize ganó tres clásicos consecutivos (San Lorenzo, Racing y River) y goleó a Colón en su última función en condición de local. Sin embargo, el foco de la crítica (constructiva) está puesto de mitad de cancha hacia atrás: en defensa, el equipo sufre.
La idea de los Barros Schelotto es simple y clara: equipo rápido, con recuperación y mucho ataque. Pero para que eso funcione al 100%, los jugadores deben estar adaptados y ser compatibles con el sistema de juego. En los amistosos disputados en Mar del Plata y México apareció varios denominadores comunes: la lentitud de los centrales, los errores propios y el desorden a la hora del retroceso. ¿Boca tiene defensores preparados para ser un equipo corto? ¿Por qué lo lastiman cada vez que lo atacan?
Guillermo y Gustavo, quienes están convencidos de no traer un refuerzo para la última línea, deberán buscar equilibrio dentro del campo de juego. Si Boca consigue eso, peleará el torneo hasta el final. De lo contrario, sufrirá más de la cuenta y deberá prenderle velas a la eficacia de Benedetto, Bou, Pavón y compañía.
¿Cómo lo ves al equipo de cara al comienzo del torneo, que por ahora tiene fecha para marzo?