Agustín Rossi, la figura de Boca en el empate ante Talleres, demuestra que tiene condiciones para ser el reemplazante de Esteban Andrada. El arquero se adueñó de la titularidad, estuvo a la altura en varios partidos importantes y ahora se prepara para un nuevo desafío: el Superclásico contra River por Copa Argentina.
El futbolista disfruta de su presente y aseguró que el grupo está unido puertas adentro e hizo hincapié en lo que sucedió en Belo Horizonte, contra Mineiro:
“Haber bancado todas esas cosas nos hacen más fuerte a nivel grupal. Nos duele que nos caguen de esa manera”.
El plantel profesional dejó atrás el aislamiento dispuesto por el Ministerio de Salud y ahora usa especie de bronca como combustible para lo que viene. Los fallos arbitrales contra Atlético no serán olvidables, pero dar vuelta la página es una obligación para afrontar lo que viene:
“A pesar de que estuvimos encerrados injustamente siete días, el equipo dio todo. Con un poco más de trabajo vamos a ir mejorando”.