Viatri abandonó la concentración cuando se enteró que Pompei se decidía por Araujo como acompañante de Palermo para el partido ante Banfield.

Es un gran delantero, con mucha proyección, que se viene bancando hace bastante tiempo la difícil tarea de ser el número dos de Martín Palermo, el máximo goleador de la historia de Boca. Tuvo un gran arranque de campeonato, con tres goles en los primeros cuatro partidos y luego su rendimiento bajó, con la llegada de Roberto Pompei, Sergio Araujo le ganó el puesto y Lucas Viatri se cansó y se le reveló auto excluyéndose de los concentrados.

El rompe redes de Loma Hermosa empezó el Apertura con el objetivo bien claro, seguir aguantando en Boca hasta que el 9 titular se retire. Claudio Borghi le dio una gran ayuda eligiendoló como segundo delantero y apelando a la subida de los laterales para abastecerlos, pero no funicionó. A pesar del pésimo nivel del equipo, Viatri se las ingenió para meter goles pero la cosa no iba para atrás ni para adelante y al aparecer Pompei como DT, aprovechó la lesión en el peroné izquierdo para darle una chance a Araujo, de características mucho más compatibles con Palermo.

Los buenos rendimientos del pibe de 18 años terminaron de sepultar las ilusiones de titularidad de Viatri y allí estalló todo. Como si se tratara de un ídolo del club con muchos títulos en su espalda, dijo: “Yo me bajo de la concentración, no quiero ir al banco”. Se corrió el rumor de una molestia que todavía sentía de su lesión, pero la realidad es que no toleró perder el puesto y se reveló. Su lugar será ocupado por Facundo Imbert.

Lo que tienen que entender algunos jugadores de Boca es que acá el que no rinde sale.