El orden defensivo planteado por el entrenador dio sus frutos, logrando controlar al rival. Quienes brillaron por su ausencia fueron los volantes externos.
Para que un esquema de dos líneas de 4 funcione se necesita una participación determinante de los volantes externos. Su solidaridad para con los laterales a la hora de recuperar la posesión y su velocidad y desborde para atacar son requisito indispensable para poder doblegar al equipo al que se enfrente.
Para el sábado, Falcioni se decidió por Chávez y Colazo para cumplir aquella función, jugadores que definitivamente le rindieron en los encuentros preparatorios, siendo grandes responsables por los resultados obtenidos en el verano.
Sus obligaciones defensivas fueron cumplidas responsablemente. No así las ofensivas.
La parsimonia y la poca movilidad en ataque fueron los denominadores comunes para los dos jóvenes.
Por torneos oficiales, la última vez que recuerdo ver a un volante desbordando y llegando al fondo, intentando ganar en el mano a mano y lográndolo, fue en el ciclo Borghi, con el trabajo desarrollado por joven Orlando Gaona Lugo. Hasta su lesión, el delantero paraguayo transformado en lateral/volante, había estado siempre dispuesto al mano a mano para enfrentar a su marcador. A encararlo confiando en su velocidad. Y ganando.
Colazo y Chávez son dos grandes jugadores, con mucho futuro y, está claro, presente. Pero por sus características tienen la tendencia a recibir la pelota parados. A enganchar en dirección al área.
No hubo, en todo el encuentro frente a All Boys, ni siquiera un desborde. Durante el tiempo que les tocó participar del partido (ambos fueron reemplazados), se los encontró siempre parados, esperando recibir la pelota al pie.
Así, otra vez, se le delegó toda la responsabilidad de la generación de juego a Somoza y Battaglia, dos volantes de características defensivas; y a Mouche, que otra vez se vuelve a su casa con un aprobado.
Que juegue o no Juan Román Riquelme por supuesto que es una discusión válida. Si JR no es el mejor jugador de la historia del club es porque tengo poca memoria. Pero la discusión real, hoy por hoy, y más conociendo el gusto del técnico que es quien debe tomar las decisiones, es si los volantes por afuera se van a animar, alguna vez, a desbordar a los laterales contrarios.