El histórico DT dejó atrás los malos resultados y se enfoca en el duelo de Copa. Esto dijo.
Faltan menos de 15 días para el reinicio de la Copa Libertadores. Y Boca, sin entrenarse en el predio de Ezeiza, afronta uno de los peores momentos durante la pandemia: 18 jugadores dieron positivo de COVID-19 y, tras los testeos del sábado, podrían haber más infectados (todavía no es oficial).
Mientras tanto, sus rivales siguen trabajando y hasta disputando encuentros para ganar ritmo futbolístico. Sin lugar a dudas, quien más ventaja tiene hasta el momento es Libertad de Paraguay. Recordemos que el equipo de Ramón Díaz se entrena hace casi tres meses y disputó un total de 10 partidos oficiales por el Torneo Apertura.
Su vuelta a la actividad tras el parate, no fue la esperada. Tal es así que el histórico DT estuvo bajo la lupa y cerca de dejar el equipo por los malos resultados. Pero, poco a poco, el ‘Gumarelo’ empezó a afirmarse y mejoró el rendimiento. Hasta el momento sumó cinco victorias, tres derrotas y dos empates. Lleva cinco encuentros consecutivos sin perder.
Como si fuera poco, este sábado goleó por 5-2 a Guaireña de local y quedó a tres puntos del líder Cerro Porteño (-1). El próximo sábado, ante General Díaz, será su último duelo antes del enfrentamiento ante el Xeneize. Por eso, en conferencia de prensa, Ramón expresó:
“Siempre tenemos cosas por mejorar pero estamos en una instancia donde se juega muy seguido y además va a venir la Libertadores, entonces lo importante es conseguir los resultados. Lo que el equipo tiene es el espíritu de pelear hasta el final. Arrancamos muy bien, después tuvimos algunas dificultades y luego los jugadores tuvieron temperamento y pusieron lo hay que poner, para poder ganar. Tenemos un grupo que es competitivo, necesitamos a todos porque todos están teniendo un buen rendimiento”.
A diferencia del club de la Ribera, que ni siquiera pudo jugar un amistoso a causa del brote de contagios por coronavirus, Libertad llegará con 11 encuentros sobre la espalda y un ritmo futbolístico que quedará en evidencia durante los 90 minutos de juego. Miguel se preocupa y el 17 de septiembre, está cada vez más cerca.