El camino que hacen los juveniles para llegar a Primera División es largo y comienza mucho antes de lo que los hinchas imaginan. En el medio, bastante antes del debut oficial, hay grandes sacrificios y horas de dedicación. Para llegar al lugar de entrenamiento, para dejar de lado momentos que cualquier chico quisiera compartir con sus amigos o familiares, para soportar cosas que ni un adulto podría atravesar y para perfeccionarse en un ambiente donde los elogios y las críticas llueven de un momento a otro. Por eso, la formación que reciben desde que se inician en esta profesión es fundamental para absorber la presión que genera el mundo de la pelota.
Es aquí donde aparece la figura de Diego Mazzilli, el seleccionador de futbolistas que trabaja en Boca desde 2003 y se encarga de recorrer toda la Argentina para buscar potenciales talentos que potenciarán aún más las inferiores del Xeneize.
De perfil bajo, con poca actividad en redes sociales, sin demasiadas entrevistas a los medios, pero con un profesionalismo absoluto, Mazzilli se encarga de charlar con los chicos a los que le ve condiciones, contarles la propuesta del elenco de la Ribera, dialogar con sus familias para informarlos más sobre el proyecto y, por supuesto, tratar de convencerlos de sumarse al Único Grande.
Gracias a su trabajo, Boca puede disfrutar actualmente de Cristian Medina, Aaron Molinas, Exequiel Zeballos, Gonzalo Morales, Maximiliano Zalazar, Brandon Cortes, Valentín Barco, entre otros chicos que fueron arrimados por él y se pusieron bajo las órdenes de los entrenadores que trabajan en las divisiones menores. También fue el encargado de sumar a Guillermo “Pol” Fernández, Mateo Retegui, Facundo Colidio, Rodrigo Bentancur y más jugadores que hoy están afianzados en la máxima categoría y hasta lograron dar el salto a Europa.
En su cuenta de Instagram, donde también recibe muchísimos mensajes de agradecimiento por parte de los fanáticos, expresa toda su alegría cada vez que a uno de sus jóvenes le toca tener su bautismo en la élite. “¡Qué camada! Orgulloso de estos pibes”, posteó luego del debut del Toro Morales.
El “vamos, vamos los pibes” que baja desde las cuatro paredes de la Bombonera y se entona con un profundo orgullo por parte de la mitad más uno tiene mucho que ver con los chicos que sueñan con hacer historia en el club, pero también con Mazzilli, un incansable cazatalentos que, afortunadamente, juega para el equipo más popular del país.