Boca fue superior a Quilmes pero le faltó precisión en la zona de peligro. Empate sin goles en la previa del Superclásico.
Un partido en el que el xeneize comenzó siendo dominador. Con un Acosta en gran nivel, atrevido y rápido como suele ser, los de Carlos Bianchi lograron imponerse y monopolizar la pelota.
La primera jugada clara de gol la tuvo Emmanuel Gigliotti, quien recibió un pase del juvenil y quedó mano a mano. El remate del delantero fue a las manos del arquero rival.
La presión alta del local fue bajando la intensidad y por eso el mediocampo del conjunto azul y oro fue ganando protagonismo. Sin embargo, el equipo no pudo llegar con claridad al arco contrario: solo un remate de Juan Sánchez Miño, que se fue lejos, contó como opción.
El complemento tuvo la misma tónica. El Xeneize seguían dominando y los dirigidos por Caruso Lombardi esperaban. Bianchi mandó a la cancha a Nicolás Colazo y Claudio Riaño en lugar de Sánchez Miño y Acosta, respectivamente.
Más allá de los cambios, el juego no se modificó. Para peor, sobre el cierre, Federico Bravo vio la segunda amarilla y se fue expulsado. El cordobés no podrá estar disponible para el partido ante River.
El empate fue lógico. Con varios aspectos por mejorar, Boca encarará la semana más linda: la previa al Superclásico.