Hace casi tres años que un técnico en Boca no completa dos campeonatos. El último fue Ischia, que casi llegó a los tres. ¿Podrá Falcioni igualar a su compadre?
En diciembre se cumplirán tres años del último título conseguido por Boca y también de la última vez que un entrenador llegó a dos campeonatos consecutivos dirigiendo al Xeneize. El privilegiado fue Carlos Ischia, que llegó al club en el verano de 2008 y comenzó su campaña ante Rosario Central en el Clausura empatando 1-1.
El equipo del Pelado peleó hasta el final la Libertadores y el certamen doméstico. En el torneo continental fue eliminado en semifinales por el Fluminense de Brasil y en la competencia local terminó segundo detrás de San Lorenzo. En la segunda mitad del 2008 comenzó ganándole la Recopa a Arsenal y en la Copa Sudamericana, con equipo alternativo, fue eliminado en cuartos de final por el Inter de Porto Alegre. A pesar de esta tristeza, logró la consagración en el Apertura, prioridad para ese semestre, luego de una campaña con altibajos y un desempate contra el Ciclón y Tigre.
Justamente entonces Ischia cumplió dos torneos locales al frente del primer equipo de Boca Juniors y parecía que podría seguir un largo tiempo más. Pero el comienzo de 2009 no fue el esperado: pasó sin problemas la fase de grupos de la Copa Libertadores pero quedó en el camino como local en octavos de final contra Defensor Sporting. El desempeño en el Clausura local no fue mejor, aunque de todas maneras llegó hasta la fecha 17, cuando perdió 3-0 frente a Racing y dejó su cargo.
Fue ahí cuando comenzó la sucesión de entrenadores que continúa hasta nuestros días. Tras el interinato por dos partidos de Abel Alves (derrota contra Gimnasia y victoria visitando a Colón), le llegó el turno del regreso a Alfio Basile. El Coco trajo refuerzos de renombre pero no logró enderezar el rumbo. La Copa Sudamericana se terminó tan rápido como empezó: Vélez eliminó al club de la Ribera en primera ronda. En el campeonato local, Boca nunca logró meterse de lleno en la lucha y culminó undécimo con 27 unidades.
El 2009 dejó un saldo muy negativo, que incluía la no clasificación a la Libertadores 2010. De todas maneras, Basile se aprestaba a seguir. ¿Por qué no lo hizo? Los jugadores que él pedía no llegaban y pegó el portazo unos días antes del arranque del Clausura. Los dirigentes intentaron convencer a Carlos Bianchi (entonces manager del club) para que tome las riendas de un equipo absolutamente perdido, pero el Virrey se negó y además abandonó su puesto. Sin demasiado tiempo para pensar porque la competencia oficial estaba a la vuelta de la esquina, Ameal y compañía dispusieron que Abel Alves, eterno interino, esta vez quedara como definitivo DT de la Primera División.
El Chueco tomó el barcó casi hundido y no pudo levantarlo. Dirigió 13 partidos con solo dos alegrías, cinco igualdades y seis tristezas. Se fue tras perder con Colón 3-0 en Santa Fe. Llegó Roberto Pompei, desde la Reserva, y consiguió algunos triunfos importantes: goleó a Arsenal en su debut y además se impuso a Independiente y San Lorenzo. De todas maneras fue la peor campaña en torneos cortos (20 puntos y 16° lugar) y lo de “Tito” no fue más que otro interinato porque Claudio Borghi, quien había salido campeón con Argentinos Juniors, se puso el buzo de DT azul y oro.
Otra vez muchos refuerzos, entre ellos la vuelta de Clemente Rodríguez, pero nada marchó como se preveía. Otra vez Boca pasó de favorito absoluto en las apuestas a máxima decepción y el Bichi tampoco terminó ese Apertura. En la decimocuarta fecha la derrota frente a River 1-0 decretó el final, un final que se venía anunciado hacía varios partidos. Nuevamente Pompei hizo lo que pudo por apagar el incendio, aunque Boca ya no jugaba por nada. Triste duodécimo lugar y pobres 25 puntos.
Una vez más a buscar entrenador y el elegido fue Julio César Falcioni. El Xeneize hizo compras importantes como Walter Erviti y Leandro Somoza, figuras en Banfield y Vélez respectivamente, junto con Diego Rivero. Tras un arranque irregular donde el técnico estuvo en la cuerda floja, Boca hilvanó diez encuentros sin perder (aunque solo ganó cuatro) y peleó hasta el final la clasificación a la Copa Sudamericana, la cual finalmente no pudo conseguir. Resultó la mejor campaña desde el Apertura 2008 en que la formación boquense se consagró campeona. Octavo puesto y 28 puntos, por primera vez en cuatro torneos el equipo estuvo en la primera mitad de la tabla aunque sin dudas se esperaba mucho más.
Falcioni se convirtió en el primer DT en un año y medio (el último había sido Basile en el Apertura 2009) que pudo mantenerse un campeonato completo. Ahora, cuando algunos dirigentes dudan de él, tiene la misión de alcanzar lo hecho por Carlos Ischia y mantenerse dos certámenes consecutivos. ¿Quedará entre compadres?