Todavía cuesta poner en palabras el partido que se le escapó a la Selección Argentina, que pudo golear en el primer tiempo, pero cinco minutos de desatención en el complemento le costaron demasiado caro ante Arabia Saudita.

Ahora, tras la derrota en su debut en la Copa del Mundo, el elenco de Lionel Scaloni quedó obligado a ganar los próximos dos partidos (México y Polonia) para no depender de nadie y meterse en octavos de final.

¿Qué le faltó para en su primera presentación?

Primero, mayor concentración en jugadas puntuales que en un Mundial te complican más de la cuenta. El primer gol de los árabes se dio tras una falencia defensiva, mientras que el segundo llegó tras una floja presión dentro del área. Este, como todo torneo importante, se define por detalles.

Después, más participación de futbolistas que logran cambiarte la ecuación de un partido. Leandro Paredes pesó poco en el eje central, Rodrigo De Paul estuvo impreciso, Lionel Messi desconectado y Ángel Di María poco eficáz en metros finales.

Y por último, esa cuota de intensidad que supo mostrar La Scaloneta en otras oportunidades. Lo ocurrido en el inicio del ST, en donde el equipo sintió el golpe y empezó a perder las divididas, no puede volver a repetirse.

El camino es largo y las palabras del capitán Leo Messi son un bálsamo de tranquilidad para un pueblo que sueña con alcanzar la gloria: “Que la gente confíe, este grupo no los va a dejar tirados”. ¡Vamos por todo!