El jugador Luiz Alberto Da Silva Oliveira, en libertad de acción al desvincularse del Fluminense en el mes de octubre, tendría todo listo de palabra para incorporarse al club de la Ribera. Sólo restarían los papeles en la AFA para que la transferencia se concrete por un total de U$S 250.000. De efectuarse, el brasileño se convertirá en el cuarto refuerzo de Boca.
Por otro lado, para el partido a disputarse mañana a las 21.15 hs. frente a Lanús en la Bombonera, Alves apostaría a los mismos 11 que igualaron frente Argentinos Juniors, siempre y cuando Riquelme y Muñoz se recuperen de sus respectivas molestias. La única diferencia entre los concentrados sería la incorporación del Pochi Chávez, que ya se muestra recuperado de su lesión.
Mientras tanto, está claro que hay muchos que están remando desde atrás. Es el caso de dos de los nuevos refuerzos que trajo Boca. Matías Giménez, que con Alfio Basile fue titular en los partidos de verano, continúa sin concentrar. Por el lado del recién llegado Sebastián Prediger, aunque ya entrenó con sus compañeros en posición de volante central, se mantiene a la espera y tampoco formará parte de los 19 concentrados.
En una situación similar se encuentran Guillermo Marino (en quien el “Coco” Basile confió en varias oportunidades) y Federico Insúa, que para Alves no es más que el suplente natural de Román. Por el momento, Gary Medel y el Pichi Erbes están por sobre Ariel Rosada, quien jugó unos pocos minutos al final del partido debut en el Clausura. El caso de Tito Noir es uno de los más complejos, porque es el quinto delantero debajo de Nicolás Gaitán, Palermo, Pablo Mouche y Lucas Viatri.