10 de agosto de 2022. Boca eliminó a Agropecuario de la Copa Argentina, pero en Salta solo había tristeza. Milton Leyendeker, defensor del elenco de Carlos Casares, le produjo una durísima lesión a Exequiel Zeballos y lo sacó de las canchas por largo tiempo.
10 de octubre de 2023. Boca pierde ante Belgrano en Córdoba, pero hay algo más doloroso que el resultado: la rotura de ligamentos que sufrió el Changuito antes de los 20 minutos del segundo tiempo.
Hoy, a poco más de un año de aquellas lágrimas en Alberdi, la realidad es otra. El principal responsable es él, pero atrás, bien pegadito, está Fernando Gago, quien decidió apostar y jugársela por el número 7.
En el medio, las largas recuperaciones, las sesiones de kinesiología, las charlas con los psicólogos del Club, los posteos en las redes sociales del Dr. Jorge Batista y el apoyo incondicional de la hinchada de Boca.
Pintita y su primera apuesta: Zeballos, a la cancha
Boca estaba hundido en una crisis futbolística al momento que asumió Fernando Gago, hombre surgido de la casa. Diego Martínez ya era parte del pasado y la necesidad de clasificar a la Libertadores 2025 era imperiosa. Con el correr de los partidos, Pintita acomodó un poco las cosas y el equipo mejoró.
Una de las primeras decisiones del DT tuvo al Chango Zeballos como protagonista: el 7 saltó a la cancha, sumó minutos, adquirió rodaje y dejó en claro que, al menos en este Boca, le sobra para ser titular.
Hay un dato que refleja la importancia del chico nacido en Santiago del Estero para Gago: de los 13 partidos completos que tiene en la Primera de Boca, 3 fueron durante este ciclo.
Sostener, la clave para que el Changuito Zeballos termine de explotar
Zeballos, dueño de unas condiciones futbolísticas de excelencia, no siempre decide bien. Él lo sabe, sus compañeros también. Esto lo llevó a tener, por ejemplo, discusiones futboleras con Edinson Cavani dentro del campo.
Sin embargo, Gago lo respalda, ya que considera que equivocarse es parte del proceso de aprendizaje de un futbolista joven. Por eso, entre otras cosas, lo sostiene y lo empieza a considerar parte clave del equipo.
Las estadísticas también juegan un papel fundamental acá: Zeballos jugó 11 partidos desde que Gago se calzó el buzo (o el traje) de DT de Boca, y en 9 fue titular.
El 2025 será un año cargado de compromisos para el Único Grande. La Libertadores y el Mundial de Clubes aparecen en el horizonte y serán, sin dudas, los máximos desafíos. Para competir en los torneos importantes se necesitan buenos jugadores, como el Chango. Llegó la hora de consolidarse.