Otra vez la misma situación: sin técnico, con dudas e incertidumbre de cara al futuro y con esa sensación horrible de estar a la deriva futbolísticamente hablando, a pesar de estar punteros y clasificados a playoffs.
El ciclo de Fernando Gago estaba cumplido. Nadie duda de eso. Todos sabíamos que desde aquella noche papelonezca contra Alianza Lima a Fernando le quedaba poca vida en Boca. Pero el análisis va más allá del lamentable paso de “Pintita”.

Gago dejó de ser el DT de Boca tras menos de 200 días en el cargo.
En los últimos 10 años pasaron 10 entrenadores por nuestro club. Si hacemos la cuenta desde que Juan Román Riquelme se metió en el barro para involucrarse en la vida política, el dato es aún más preocupante: 6 DT’s en 5 años y medio. Pensar en un proyecto a mediano-largo plazo suena a utópico con esos números.
Independientemente de quién asuma en el cargo, por favor tomen convencidos la decisión del sucesor. Están para eso. Después, vemos si gusta más o menos y cómo le va. Llegó el momento de ponerle pausa a esta autodestructiva danza de nombres que lo único que hace es bajar la vara.
Hoy, muchos de nosotros nos sentimos más tristes que enojados. Y cuando ese sentimiento cala hondo significa que las cosas no se están haciendo bien. Boca es demasiado grande para chocar tantas veces con la misma piedra.

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