
Tras un primer semestre en el que fue muy criticado, Walter Erviti levantó su nivel, marcó el gol de la victoria y de a poquito va demostrando que puede jugar con la casaca xeneize.
Qué bien que anda este Boca. Hasta que Lanús juegue con Argentinos Juniors, es el único puntero del campeonato. Pero además juega bien, es el protagonista de los partidos y deja una buena imagen. Bastante es el buen clima que se respira por los pasillos del club, que los jugadores están con la confianza y el ánimo por las nubes. Los que entran al campo desde el inicio, cumplen. Y esos que esperan su oportunidad desde el banco de los suplentes, también. Este tipo de cosas no pasaban durante el semestre pasado y, un claro ejemplo, es el caso de Walter Erviti.
El ex Banfield llegó al equipo de la Ribera sin hacer pretemporada. En su debut con la camiseta xeneize, donde fue titular en la primera fecha del Clausura 2011, marcó el único gol en la derrota por 1-4 ante Godoy Cruz en la Bombonera. Durante el resto del campeonato, siguió arrancando desde el pitido inicial de los árbitros pero su bajo rendimiento lo llevó a ocupar rápido un lugar en el banco, alternando suplencia con titularidad. Se lo cuestionó mucho debido al enorme esfuerzo que hizo Boca por traerlo y la plata que se terminó gastando en su pase.
“Quiero demostrar que puedo jugar con esta camiseta, estoy trabajando para eso”, había declarado en la previa del inicio de este Apertura, y por ahora viene cumpliendo. Ante Olimpo, en la primera fecha, no tuvo un buen partido al igual que el resto del equipo. Pero desde el cotejo ante Unión de Santa Fe en la Bombonera, el marplatense viene levantando.
Walter muestra compromiso a la hora de bajar y recuperar la pelota cuando le toca defender, que quizás es algo en lo que participó más durante sus primeros partidos con la camiseta xeneize. Pero ahora le sumó algo muy importante, que era lo que le faltaba y más se le exigía: participación en ataque y creación de juego.
Se asoció muy bien con Juan Román Riquelme, respondiéndole así a aquellos que discutían que estos no podían jugar juntos. Con Clemente Rodríguez también se está entendiendo y ambos son claves y responsables, junto al enganche, de las distintas situaciones generadas por el sector izquierdo. Y así llegó el gol de la victoria ante San Martín de San Juan, una recompensa para el portador de la ’11’ por su esfuerzo.
Ojalá pueda mantener su nivel, así también como el resto de los jugadores. La prueba del próximo domingo ante el Granate será una perfecta para justificar este buen momento. Por ahora, esto va queriendo…