Carlos Tevez se fue llorando de La Bombonera y sin hablar con la prensa. Ahora se tomará unos días para definir su futuro, aunque todo índica que está lejos de Boca Juniors.
Este 18 de diciembre no fue un día más en la vida de Carlos Tevez. Pensar que un día antes, pero de 2004, anotaba un gol en la victoria ante Bolívar que le daba la Copa Sudamericana al Xeneize y así despedirse por primera vez de Boca Juniors. Ayer ante Colón, fue clave para la goleada, ¿con sabor a despedida?
En La Bombonera se vivió un clima de despedida desde el minuto cero. Ya en la previa, la hinchada cantó por el “Apache”, pidiendo todo el tiempo que no se vaya. En el encuentro lo mismo, especialmente en su gol donde la tribuna se vino abajo. Lo más duro fue cuando salió reemplazado por Nazareno Solis. Allí recibió una constante ovación. ¿Carlitos cómo reaccionó? Terminó llorando en el banco de suplentes.
Desde ahí, todo fue lágrimas. Su ida del campo de juego ya quebrado, que se encontró con un vestuario donde sus hijas estaban en el mismo estado que él. Sus compañeros le regalaron una pelota firmada. ¿La última camiseta? Se la llevó él de recuerdo.
Guillermo Barros Scheloto tuvo una breve charla con él. Simplemente le dijo: “Pensalo una vez más”. Tevez ahora tiene la cabeza en su casamiento que será en Uruguay, luego una luna de miel junto a su mujer para intentar encontrarse consigo mismo y tomar una decisión. Continuar en el club, ir por los millones a China o simplemente dejar el fútbol. ¿Qué hará? Todo índica que se va, pero nunca hay que perder las esperanzas.
