
Agustín Orion, responsable en el segundo gol de Lanús, defendió el arco Xeneize y PBJ te trae, como en cada partido, un análisis con sus intervenciones.
La actuación de Orion podría describirse de mayor a menor. Inició el partido mostrando seguridad. En la primera pelota parada del Granate, que fue una jugada preparada, cortó con su puño a tiempo lo que pudo haber sido un gol de Mariano Pavone. Bajo los tres palos, tras algunos remates de larga y media distancia de los mediocampistas rivales, también lo hizo de manera correcta. En cada una de esas oportunidades supo embolsar la pelota sin ningún inconveniente.
Recién sobre el final de la primera parte comenzó a tener más participación en el trámite del cotejo. A los 42’, apenas 60 segundos después del 2-0 convertido por Riquelme, Lanús descontó a través de Pavone mediante un cabezazo en el área chica. ¿Responsabilidad suya? A medias. Si bien Schiavi perdió la marca, el arquero detuvo su salida a mitad de camino y no tuvo respuesta ante el bajo remate del delantero. Sobre el cierre, salvó al equipo achicando de manera perfecta un mano a mano de Diego Valeri, luego de un contraataque generado de un tiro libre a favor de Boca.
En el comienzo del segundo tiempo pareció que iba a concretar una soberbia actuación, pero no. Llegando a los diez minutos, Orion tuvo una excelente reacción con su pie para evitar el empate del exdelantero de River mandando la pelota al córner. En ese mismo saque de esquina salió muy mal a cortar el centro y Paolo Goltz, marca perdida por Insaurralde, lo anticipó y con tranquilidad marcó con otro cabezazo. Responsable absoluto.
Tras el empate, y con un hombre más, Lanús no se le animó a Boca en su propia cancha y así el uno casi no tuvo más participación hasta el final del encuentro.
En síntesis: la salida en falso manchó su actuación, hasta allí llena de una confianza que le terminó jugando una mala pasa.