Boca goleó a Alianza Lima por 5-0 y Palmeiras le ganó a Junior por 3-1. Sufriendo y dependiendo de otro resultado, pero el Xeneize clasificó a la próxima ronda. La ilusión de la Libertadores sigue en pie.
El Xeneize inclinó la cancha desde el inicio. El equipo tomó el control de la pelota y dominó el juego con serenidad hasta encontrar el gol: a los 11 minutos, Cardona abrió el marcador ante una defensa peruana que lo miró rematar.
A partir de ahí, Boca encontró la calma y pudo jugar con mayor fluidez. Así llegó el segundo, a los 19: luego de una gran combinación con Pavón, Fabra definió con categoría ante el arquero. Y en la jugada siguiente le anularon uno a Tevez por offside.
Pero el conjunto azul y oro siguió buscando y sumando goles. A los 34, un contragolpe perfecto terminó en una exquisita definición de Wanchope, picándosela al arquero para marcar el tercero. Y a los 41, el delantero convirtió el cuarto. Todo marchaba bien, porque Palmeiras y Junior empataban sin goles mientras tanto.
Todo cambió a los seis minutos del complemento… Pero en Brasil. Borja puso en ventaja al “Verdao” y el gol se gritó como propio en La Bombonera. La clasificación estaba más cerca que nunca.
El clima en el estadio dependía de lo que pasaba en San Pablo. La tensión volvió cuando le dieron un penal a Junior. Y se desató la fiesta instantes después: el arquero de Palmeiras lo tapó y Tevez marcó el quinto en Buenos Aires.
La eurofia se terminó y dio lugar a la calma. Borja metió el segundo de Palmeiras y la gente recobró el aliento. Ni el descuento de Teófilo Gutiérrez opacó la noche: al minuto, Borja puso el tercero. Boca se dedicó a festejar una sufrida clasificación que mantiene viva la ilusión. La Copa Libertadores es la única obsesión.
