Todo Boca espera con ansias la Copa Libertadores. ¿Qué ocurrirá esa fecha?
En el barrio de La Boca nadie camina sin pensar en lo que serán esas noches de Copa, cuando La Bombonera encienda sus luces y se vista de gala para recibir a sus fieles peregrinos. La ansiedad atraviesa los cuerpos de la mitad más uno de la Argentina, que se ilusiona con volver a estar en lo más alto de América por séptima vez en 112 años de historia.
No hay hincha que espere más la Libertadores que el de Boca. Porque la vive diferente, porque siente ese torneo como nadie y porque en las últimas décadas se convirtió en el cuco de unos cuantos, que prefieren cruzarse con cualquier equipo menos con el que vive en Brandsen 805. Todo esto se puede resumir con una sola palabra: mística.
El próximo miércoles, en Luque, Paraguay, se llevará a cabo el sorteo del certamen más importante del continente. Ese día, el elenco dirigido por Barros Schelotto conocerá cuál será su grupo y quiénes serán sus primeros tres rivales, a los que enfrentará en condición de local y visitante. Guillermo no pierde tiempo, por eso ya se juntó con Angelici para pedirle refuerzos. Su objetivo es el de todos: llegar, por lo menos, a la final.
Mientras tanto, los hinchas preparan el pasaporte, comienzan a diagramar los viajes y cuidan la garganta para dejar la voz en cada lugar que juegue el Xeneize. La Bombonera ya habló y dejó en claro cuál es el deseo para estas fiestas: “La Copa Libertadores es mi obsesión, tenés que dejar el alma y el corazón…”.