El atacante se mostró muy feliz por su llegada a Boca, club del que es hincha. “Vine a dar una mano, con toda la humildad del mundo”.
Arribó a Ezeiza un poco nervioso, ansioso, con muchas ganas y una ilusión enorme. Con una sonrisa gigante en su rostro, Daniel Osvaldo dio sus primeras palabras:
“Estoy muy contento, muy nervioso. Todavía, por cábala no quiero decir nada porque no firmé. Sería el sueño más grande de mi vida”.
“Nunca me recibió tanta gente, espero que salga todo bien. Vine a dar una mano, con toda la humildad del mundo”.
Además, confió en que tendrá un ciclo auspicioso en el Xeneize:
“Como saben, en Boca hay que ganar. Hasta ayer yo lo veía desde el lado de hincha. Tengo mucha fe en que todo va a salir bien”.
Sobre el cierre, se refirió a su condición física e ironizó con su salida del Inter:
“Hace 20 días que entreno solo, pero enseguida me pongo bien”.
“Más allá del inconveniente con el Inter, en el campo de juego me estaba yendo muy bien. No hay mal que por bien no venga…”.
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