
En una entrevista, el arquero bromeó sobre el famoso mito del arco de Boca. Por otro lado se refirió al presente del equipo y también habló del papel de las barras en el fútbol argentino.
Agustín Orión llegó al equipo de la Ribera a pedido de Julio César Falcioni. Este buscaba un arquero con carácter, con actitud, que puede brindarle seguridad en esos tres palos que no supieron defender Javi García, Christian Luccheti ni el Pato Abbondanzieri, antes de emigrar a Brasil.
En tan sólo cincho fechas jugadas, el ex San Lorenzo y Estudiantes mostró todo eso que buscaba JC. Además sólo recibió un gol, de tiro libre, y siempre apareció en los momentos en los que se lo necesitó para salvar al equipo. En diálogo con 90 minutos de Fútbol, programa de la señal televisiva Fox Sports, el arquero dio su punto de vista sobre lo que es defender la portería xeneize.
Haciendo un análisis de la última victoria ante Independiente, mencionó:
“Creo que fuimos ampliamente superiores, no tanto por el juego, pero sí por situaciones de gol”.
“El partido fue planificado para presionar a Independiente bien arriba con los tres puntas y salir. Cuando hicimos el gol se nos abrió aún más el partido”.
También comentó que le pasó en esa jugada insólita con Marco Pérez, donde terminó regalándole la pelota al colombiano pero que pudo afortunadamente tapar:
“Un error mío, en el que el estado del campo de juego influyó. Después tuve suerte, le achiqué bien los espacios y pude sacar el remate”.
“El campo de juego estaba muy malo. Eso perjudicó a ambos equipos, obvio, pero después todos se quejan de que se juega mal al fútbol. El campo juega un papel preponderante para eso”.
Sobre el buen presente del equipo, opinó:
“Estamos bien, jugamos dos clásicos y todos los demás fueron partidos difíciles. Pudimos sobrepasarlos de distintas maneras, a veces jugando bien y otras no tanto. Pero Boca tiene que ir a buscar el partido y tratar de proponer”.
“Ahora nos toca San Martin de San Juan, es el partido más difícil que nos toca. Sabemos que nos van a pedir un 6-0 al minuto y eso no es así. Hay que estar tranquilos y entrenar para ser más competitivos”.
“Boca intenta, trata de plantear una idea. Puede salir o no. Pero Julio quiere que nosotros tengamos la tenencia de pelota y que podamos atacar. Es fácil hablar de buscar el partido con los jugadores que tenemos”.
En cuanto a la renuncia de Antonio Mohamed como técnico del Rojo, quien ayer manifestó que los barras fueron los responsables de su salida, el arquero recordó el mal momento que pasó cuando estaba en San Lorenzo y lo comparó con su paso por Estudiantes y, este, en Boca:
“Me sorprendió lo del Turco, una salida muy pronta. Recién van cinco fechas”.
“En San Lorenzo me siguen insultando porque nunca les di lo que me pidieron y pueden darse cuenta de eso en cada partido que juego contra ellos”.
“No sé cuál es el camino para que le marque un final a estos temas, es complicado. Para mí lo primero es la educación, que es lo que escasea en todo nivel acá en la Argentina. No soy quien para decir esto pero lo digo porque tengo una madre docente y hablo con ella de esto todo el tiempo”.
“La gente de Boca es impresionante, siempre bien predispuesta. El amor popular es de no creer. No nos falta nada, el trato es perfecto. Estamos muy tranquilos y contentos. En Estudiantes también estuve cómodo”.
Volviendo al tema futbolístico, tuvo elogios para Juan Román Riquelme, quien estuvo ausente por lesión:
“El mundo futbolístico sabe qué clase de jugador es Román. Marca la pausa, el estilo de juego del equipo. Es nuestro líder, es la realidad”.
También habló de la importancia que tiene para él tener a un técnico arquero como Julio César Falcioni:
“Es distinto tener un técnico arquero como Julio. Es muy importante porque él ve cosas que otros no ven o demanda ciertas cosas específicas de este puesto”.
Y refiriéndose al mito del arco de Boca, que para algunos es más grande que de los restantes equipos del país, aseguró:
“Las medidas son iguales, je. Sí es distinta la popularidad que hay, la notoriedad que te da cualquier cosa que pasa acá. Siempre hay que tener una medida”.
“Es complicado que lleguen pocas veces porque si te hacen un gol y no respondés, fuiste. Por suerte hoy me están saliendo bien las cosas. Igual es difícil para todos, lo mismo le pasa a un delantero. Si tiene una chance y no la mete, también se le complica el tema”.
“La cabeza del arquero tiene que ser distinta a la de los jugadores, tanto un error como una atajada no tiene que modificarle nada. La pelota que viene es siempre la más importante. Lo que pasó hay que dejarlo y hay que tener la cabeza fría”.