Miguel firmó la renovación y extendió su contrato. Sobra ilusión en La Boca.
La llegada de Miguel Ángel Russo cambió por completo a Boca, que venía atravesando tiempos de turbulencia e inestabilidad pese a haber cosechado varios campeonatos en los últimos años.
La fórmula elegida parece haberse sido el trabajo y el perfil bajo. Desde que asumió, allá por finales de 2019, hasta la actualidad, el entrenador prefirió realizar el ruido adentro y dejar que afuera hablen los que quieren sumar algún que otro punto de rating para medir más.
Las estadísticas lo acompañan: de sus primeros 15 encuentros, ganó 12, empató y cosechó el 87% de los puntos en juego. Eso le permitió, entre otras cosas, tener el mejor arranque de un DT en la historia de la institución. Y como si fuese poco, en el medio de este proceso ya hubo un campeonato ganado de manera inolvidable ante el rival de toda la vida.
En cuanto a los refuerzos, una parte importante en lo futbolístico, Russo también acertó. Los jugadores que arribaron, rindieron y dejaron en claro que, por lo hecho hasta ahora, están en condiciones de vestir la camiseta de Boca. Por otra parte, Miguel también potenció a Carlos Tevez, el último gran ídolo del club, y volvió a hacerlo sentir importante dentro del campo.
En las últimas horas, el técnico selló su continuidad hasta diciembre de 2021 y dejó en claro que habrá Russo para rato. Con la sonrisa que lo caracteriza, va en busca del gran sueño. Confianza hay de sobra.



