
La caída de ayer ante Fluminense dificultó el pase a la próxima fase de la Copa Libertadores. ¿Cuál es el panorama? Entrá y mirá.
Cuanta razón tiene aquel que dijo que en condición de local hay que ganar como sea. Ayer Boca debutó en la Copa en su propia casa ante su gente. Y en la Bombonera, donde hay que ser más fuertes que nunca, recibió un verdadero cachetazo por parte del Fluminense.
Hoy, estando terceros con sólo un punto de seis posibles, el panorama es algo complicado, pero para nada imposible. A partir de ahora, para pasar de ronda, los dirigidos por Falcioni ya no tienen margen de error. Analicemos un poco la situación de lo que se viene…
La clave de la clasificación a Octavos de Final está en Argentina, precisamente en Sarandí. El próximo miércoles desde las 19.45, Boca visitará a un duro Arsenal, hoy segundo con tres unidades, en el que será el primero de dos choques decisivos.
En este mano a mano ante los de Alfaro, lo conveniente (para no sufrir) sería que el Xeneize ganara los dos encuentros. De ser así y ganando ante Zamora en casa, clasificará sin problemas en el segundo lugar. Pero en caso de no hacerlo, sí o sí el equipo de la Ribera está obligado a sacar un empate en su visita y con 4 puntos, obteniendo la posterior victoria en la Bombonera, obligaría a Los del Viaducto a sacar luego seis puntos sobre seis restantes (ante los venezolanos primero como visitante, cerrando con el Flu como local) si desea sobrevivir en esta quincuagésima tercera edición de la Copa. Esta posibilidad sería la más arriesgada, sufriendo y estando pendiente hasta último momento de todos los resultados como ya estamos acostumbrados.
Como antes se mencionó, a Boca le juega a favor cerrar en casa el grupo ante el Zamora, el más débil, al que obviamente habrá que ganarle, pero en el medio hay una dura visita en Brasil. Con la derrota de ayer la clasificación parece lejos, pero no inalcanzable. ¿Margen de error? Ya no hay ninguno. A partir de ahora es matar o morir.