Boca jugará la Copa en 2018 y va por el título. El presidente prometió algo impensado si se da el sueño.
“La Copa Libertadores es mi obsesión”, es más que la frase de un cantito de la hinchada de Boca. Es el deseo de todo el club en cada año. El Xeneize ya tiene seis pero siempre quiere una más. Y Daniel Angelici no es la excepción.
Desde la primera campaña para presidente, el “Tano” declara públicamente que ese es el gran objetivo que se puso para estar al frente de la institución. Estuvo cerca (finalista en 2012, semifinales en 2016) pero no pudo lograrlo. Y ahora, de cara a la edición del año próximo, hizo una promesa.
“Siempre fui reacio a los tatuajes, pero si ganamos la Libertadores me la tatuaría”, confesó Angelici en Los Más Grandes (Radio Cooperativa). ¿Se dará en 2018?
