El flamante entrenador respondió con gran altura. ¡Mirá lo que dijo!
Llegó el día esperado: Gustavo Alfaro firmó su contrato con el club y se convirtió en el director técnico de Boca Juniors. Y en conferencia de prensa, contó cómo vivió su llegada con la mente puesta en los nuevos objetivos de cara a este 2019.
Pero más allá de todo, se vivió un momento tenso durante la presentación. Waldemar Iglesias, periodista de Clarín, le consultó sobre su salida del “Globo”. El problema no fue la pregunta, sino el tono; algo que generó molestias. Aún así y con muchísima altura, el DT contestó:
“La decisión fue muy controvertida. Primero, por la relación con los jugadores y Huracán. La consulté, con muchas personas de más experiencia que yo, con jugadores del plantel y con el presidente de Huracán y mi familia. No hubo uno que me diga que no la tome. Lo que hice fue asesorarme legalmente, mi vinculación con Huracán se regía por lo que establece en el contrato. Todo lo que no estaba, se regía por lo que dice la ley de contrato de trabajo. Y mi contrato no tenía cláusula de rescisión, que debe ser impuesta por los empleadores”.
Además, continuó con su respuesta para el periodista:
“A mí me aplica lo que es el artículo 88 de la cláusula de contrato y si me lo permitís te lo voy a leer para no cometer errores. Este dice que ‘el trabajador debe abstenerse de realizar negociaciones por cuenta propia o ajena, eventualmente un representante, que pudieran afectar los intereses del empleador solo si este lo autoriza’. Cuando Nico me habló la primera vez, yo le dije a Nadur que si bien no me habían ofrecido el cargo, me habían hablado de esta posibilidad de Boca. Yo lo puse sobre aviso y el presidente de Huracán me autorizó a seguir las negociaciones. De la misma manera, le ofrecí declinar la propuesta y él me dijo, en un gesto de grandeza: ‘yo esa decisión no la puedo tomar por usted, este es un llamado que a mí me duele mucho, que no lo quería recibir pero siento que yo no puedo cortarle la posibilidad de seguir hacia adelante en su camino‘.
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Además, sobre el final, se refirió a todos aquellos que lo llamaron traidor por cerrar su llegada al Xeneize:
“Yo pienso: ¿dónde está la traición que yo le hice a Huracán? Agarré a un equipo que estaba 26 en el promedio del descenso. Se había salvado, los dos últimos años, en la última fecha. Muchos amigos me decían ‘cuidado’ por la situación en la que estaba. La relación estaba cortada entre los jugadores y los dirigentes. Mi traición, tal vez, fue asumir la responsabilidad e invitar a jugadores a luchar por lo máximo. Yo no llegué para salvarnos del descenso, llegué para pelear por las Copas. Y un año después estaba cuarto en la tabla y logramos clasificar directamente a la Libertadores cosa que no pudieron hacer ni River, ni Independiente ni Racing. Después de un año, por ventas y objetivos deportivos, le ingresó mucho dinero al club. Antes de eso, el presidente debió poner plata de su bolsillo. Entonces yo digo, ¿esa fue mi traición? Ojalá en estos 25 años de carrera, me hubiesen traicionado como Gustavo Alfaro traicionó a Huracán. Sería un tipo más feliz y agradecido“.
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