Darío Cvitanich fue uno de los refuerzos que debutó con la camiseta azul y oro, en la derrota ante el RCD Espanyol, y lo hizo anotando un lindo gol. PBJ te trae el análisis de su rendimiento.
Hacía tiempo que Boca lo venía buscando, en especial desde que Julio César Falcioni lleva el buzo de director técnico xeneize. Este lo conocía muy bien cuando ambos pasaron por Banfield. Sonó muy fuerte a principio de año pero, debido a las distintas trabas económicas con el Ajax, uno de los tantos capítulos indicó que él seguiría jugando en Holanda. La larga novela continuó en junio y logró tener un final feliz: Darío Cvitanich finalmente vestiría la del equipo de la Ribera.
Hoy, luego de ver el partido jugado ante el RCD Espanyol, que significó el inicio de la gira europea pero que también se vio por primera vez la base de lo que será Boca este semestre, se puede decir que valió la pena haber insistido tanto por este jugador.
Pero su tarea en los minutos que jugó en el segundo tiempo fue muy distinta. Se mostró a los mediocampistas para que le llegara la pelota, tocó, desbordó y generó mucho más que en la primera parte. Antes de anotar el único gol de los de la Ribera, primero avisó con un gran derechazo al primer palo que sacó el argentino Cristián Álvarez.
Su gol llegó tras un centro de Facundo Roncaglia, desde el sector derecho, y el ex Banfield, Pachuca y Ajax sacó un gran cabezazo bombeado que dejó sin reacción alguna al arquero.
El partido para Cvita terminó en el minuto 72, cuando se fue reemplazado por Sergio Araujo, de quien se está hablando demasiado en España por el interés que tiene el Barcelona sobre él.
“No serviría que yo hiciera muchos goles y terminar como equipo en nada. El objetivo tiene que ser el grupal y así nos va a ir bien a cada uno”, manifestó ayer y no se equivocó. Falta mucho y hay bastantes cosas para mejorar en el trabajo en equipo pero en lo personal, y luego de haber insistido tanto para que vistiera estos colores, el delantero dejó una buena imágen y afortunadamente no defraudó.