El 24 de junio, Boca no pudo contra el débil Auckland City, que había recibido 16 goles en los dos partidos anteriores. Los neozelandeses le arrebataron un empate al Xeneize y de esta manera, lograron hacer historia en el Mundial de Clubes.
Luego de algunas semanas de descanso, los jugadores del conjunto oceánico volvieron al ruedo en el fútbol local. Pero para sorpresa, aquel equipo que supo sacar su primer punto en el certamen intercontinental atraviesa un complicado presente futbolístico.
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Luego del histórico empate en el certamen disputado en Estados Unidos, los futbolistas del cuadro neozelandés regresaron al país. Tuvieron un merecido descanso y volvieron hace unas semanas a jugar en el ámbito local. Sin embargo, pese al sueño de haber jugado el Mundial de Clubes, el presente del equipo es muy complicado.
La semana pasada, Auckland City cayó por 2-1 ante Tauranga City en lo que fue su primer partido tras el certamen intercontinental. Pero ahora, estiraron la mala racha con una nueva caída. En esta ocasión, los neozelandeses perdieron de visitante ante Bay Olympic New Lynn 1-0 con gol de Derek Tieku.
De esta manera, los dirigidos por Paul Posa se ubican en la séptima posición del campeonato local, integrado por 12 equipos. Cabe destacar que Auckland todavía debe dos partidos. Sin embargo, el andar del rival de Boca en el Mundial de Clubes, no es para nada bueno y los primeros resultados lo demuestran.
La polémica que se encendió en Auckland City por el reparto del dinero por el empate frente a Boca
Auckland recibió una cierta cantidad de dinero por el hecho de participar del Mundial de Clubes. A su vez, la FIFA le entregó un millón de dólares por la igualdad ante Boca en Nashville. Sin embargo, el reparto del premio generó polémica en los neozelandeses.
La mayoría del plantel reclamó el dinero para sí mismos y el staff del equipo. Pero el método de la Asociación de Fútbol de Nueva Zelanda es la de dividir el premio y repartirlo de manera consensuada, según informó el Diario Olé. El presidente del club empezó las negociaciones con la Johanna Wood, aunque se retrasó porque se encontraba en Canadá. Sin embargo, el premio se terminó repartiendo como se esperaba y la polémica se terminó disipando.
