El lateral derecho habló sobre su salida del club y dio su versión de los hechos. Esto dijo.
Nahuel Molina Lucero dejará de ser futbolista de Boca Juniors a partir del próximo 30 de junio. Luego de varias charlas entre las partes, no lograron llegar a un acuerdo a pesar del interés que tenía Miguel Ángel Russo por contar con él dentro del plantel.
En diálogo con Diario Olé, después de varios meses de disputa, el lateral derecho dejó en claro cuál era su idea desde los inicios:
“No pensé que me iba a ir de esta manera. Nunca me quise ir de Boca, ni me querría ir. Habíamos hablado de renovar mientras estaba en Rosario Central, después cambió todo en el club. Desde que volví, mi idea siempre fue renovar pero lamentablemente no se llegó a un acuerdo”.
Al mismo tiempo, contó su versión de los hechos. Al regresar de su préstamo y ser considerado por el DT, el Consejo de Fútbol habló con él en reiteradas ocasiones:
“Tengo un contrato que firmaría un chico que recién sube a Primera. La última vez que me entrené con Boca fue antes del aislamiento obligatorio, cuando dejé de ir al club. Yo iba a entrenar pero no trabajaba con el plantel. Cuando volví del préstamo, Cascini y la Secretaría Técnica me dijeron: ‘Si no firmás contrato, te vas a entrenar con la Reserva’. Mientras estaban las negociaciones trabajé con el equipo, pasó el tiempo y me bajaron. Ahí me trataron de diez hasta que cerró la lista de la Libertadores. No me dejaron tocar ni una pelota, solo corría alrededor de la cancha. El Chelo Delgado me dijo que si firmaba entraba a la Copa, hubo predisposición pero faltó el acuerdo final”.
Al mismo tiempo contó cómo fue su relación con Juan Román Riquelme, actual vicepresidente segundo y el entrenador del campeón:
“Con Riquelme hablé de otras cosas, no de ese tema. Me decía que le gustaría que siguiera, yo le decía que me gustaría seguir. Volví de Central para firmar, nunca me imaginé que iba a terminar quedando libre. Miguel se me acercó, me recibió muy bien y me aclaró que él había pedido que yo trabajara con la Primera. Después pasó el tiempo y no lo pudo sostener más”.
La gran polémica, que marcó un antes y un después en su situación, fue la intervención quirúrgica que se realizó sin tener la autorización del club. El defensor de 22 años explicó:
“Yo tenía una lesión desde hacía tres años, en un ligamento posterior de la rodilla, saltó cuando pasé a Defensa. Tenía deshilachado el ligamento posterior y corría el riesgo de que se rompiera y eso afectara también los cruzados. Cuando volví a Boca yo los puse al tanto de la situación, los médicos lo sabían porque se los dije. Y yo, sabiendo que no iba a tener la posibilidad de jugar, decidí operarme por consejo de mi médico personal. Nosotros fuimos en persona al club, con todos los estudios. Le pedimos una reunión a Bermúdez para explicarle todo… Por suerte ahora estoy mejor y ya me entreno por mi cuenta”.
Por último, Molina Lucero habló de su salida y de su posible regreso al club en un futuro:
“Nunca podría irme con bronca de Boca, le estoy agradecido eternamente porque me formó y me dio todo. Dolido por ahí sí porque me hubiese gustado jugar más. Me gustaría volver, siempre va a ser mi idea. Sinceramente yo no me quiero ir de Boca. Siempre quise estar en el club, es mi casa. Conozco todo y sería lindo volver, pero ahora sólo pienso en mi futuro”.