Mientras el plantel profesional realiza la pretemporada en Tandil, Jesús Méndez se entrena junto a Matías Giménez en Casa Amarilla. Ambos jugadores no están en la consideración de Julio César Falcioni.
El mendocino le dijo a Olé que el hecho de no viajar es una equivocación:
“Ha sido un error. Viajar nos iba a servir para mostrarnos, nos ayudaba”.
Sobre un posible traspaso, contó que todavía no hay nada concreto:
“Hay posibilidades, pero no busco la plata sino ir a un buen club en lo deportivo, a jugar por cosas importantes y no por nada”.
Además, de no concretarse nada, piensa cumplir su contrato con Boca Juniors:
“Tengo dos años de contrato, pero todos los días estoy rezando para que salga algo. Me costó mucho llegar hasta acá como para irme a cualquier lado. No jugué en el semestre pasado y, obviamente, no pido ir al Real Madrid…”.
Comentó que la decisión se la comunicó Falcioni y cree el mismo entrenador tomó esa determinación:
“El técnico nos lo dijo. Pero ya somos grandes, no hace un año que jugamos en Primera… Hay que tener respeto por el jugador. Así está el fútbol argentino…”.
“Supuestamente, el técnico nos informó que el presidente no quiso que viajáramos. Nadie se hace cargo de nada, y duele. Acepto que no me tenga en cuenta, pero no costaba nada que viajáramos”.
Dio su opinión respecto a lo que le faltó para afianzarse en el Xeneize:
“Lo que faltó es que me dieran continuidad y confianza. A mí me pidió Basile y cuando llegué, él se fue. Si se hubiese quedado… También vine de la mano de mi padre. Yo nunca tuve representante y por eso en mi carrera se me ha hecho muy difícil. Llegué hasta donde llegué por trabajo mío. Y al mismo tiempo, caí en un momento malo de Boca y no rendí lo que esperaba, pero no era sólo un problema mío, el plantel tampoco estaba bien”.
Por último agradece el apoyo de sus compañeros:
“Los más grandes me preguntaban si íbamos a viajar y cuando les contamos que no, se pusieron tristes. Esto no se lo deseo a nadie. Pero estoy muy fuerte de la cabeza”.