En un partido aburridísimo y casi sin jugadas de riesgo, Boca igualó 0-0 ante Huracán, en Parque de los Patricios.

Aclaración: cualquier similitud con el resto de los partidos de Boca en el Apertura, no es pura coincidencia.

Sí, nuevamente Boca arrancó dormido y le dio la posesión del balón a su rival, que encontró en Mario Bolatti el cerebro de las mejores jugadas de Huracán. Sí, otra vez el Xeneize falló en defensa y dejó cara a cara a los delanteros de Parque Patricios ante Abbondanzieri, esta vez con la suerte de que estos no pudieron definir con claridad. Sí, de nuevo los dirigidos por el Coco carecieron de ideas y ni con Marino e Insúa en la creación se pudo armar una jugada colectiva de peligro.

Sí, nuevamente Nico Gaitán, de manera intermitente, fue el conductor de un equipo sin rumbo que depende de las individualidades para romper el molde del encuentro. Sí, otra vez Martín Palermo no tuvo ni una asistencia como para poder convertir y, a los 32 minutos, cosechó un nuevo record, aunque esta vez negativo: su peor racha sin meter goles, superando los 682 minutos del 2004.  Sí, de nuevo Hugo Ibarra estuvo impreciso y miles de kilómetros lo separan de aquel número cuatro indiscutible.

No hay que ser muy inteligente para darse cuenta que Boca está lejos de su mejor versión; que sus jugadores no tienen confianza; que se extraña horrores a Battaglia y Riquelme, dos pilares fundamentales para este equipo. Criticar por gusto no tiene sentido si esto no se toma como algo constructivo.

El equipo está golpeado, tuvo un año sin festejos (algo duro para un club acostumbrado al éxito durante los últimos 10 años) y necesita una renovación. Esto no significa “que se vayan todos” ni mucho menos, sino plantear nuevos objetivos de cara al 2010 y trabajar en torno a eso. Claro está que algunos seguirán en este barco y otros lo verán por la TV.

En el segundo tiempo, el ingreso de Nicolás Colazo es parte de esa idea de cambio que debe hacer Boca. Ganas, entrega y claridad a la hora de tener la pelota son aspectos que aportó el juvenil a ese equipo sin identidad. Habrá que tomarlo de ejemplo y marcar ese pequeño gran adelanto como la primera mejora de cara al 2010, un avance considerable en apenas 45 minutos. Tuvo en sus pies el tanto de la victoria, tras una gran asistencia de Gaitán, pero remató mordido. Igualmente, fue de lo mejor del equipo de Boca en el encuentro.

Ah, sí, me olvidaba. Para la estadística: Huracán-Boca terminó 0-0. Un resultado tan vacío como lo que demostraron ambos conjuntos en el campo de juego. Hay que salir de esta, Boquita.