Boca últimamente fue una enfermería. Sin embargo, las cosas cambian: todos van evolucionando bien.
Un ejemplo sin duda alguna es el “Pampa” Calvo. Su último encuentro con la camiseta de Boca había sido en el 2008 (un 3 a 2 de local a Colón de Santa Fe). Sufrió la famosa osteocondritis, sí, la misma que alejó de las canchas durante un buen tiempo a Battaglia y Riquelme. Sin embargo, hay más. Sí, más. En la misma cirugía se le hizo una corrección del eje de la pierna, a la altura de la tibia. Con el paso del tiempo, sufrió avances y retrocesos. El año pasado sumó varios minutos con la Reserva, y como premio, concentró con la Primera. Con Borghi, no disputó minutos en cancha. Ya con DT nuevo e ideas renovadas, fue el primer capitán de la era Falcioni y disputó los cuatro encuentros del verano, demostrando que puede ser una buena alternativa: es el único lateral derecho puro que tiene el plantel
Seba Battaglia es uno de los referentes del plantel. Para el DT es una fija, sin embargo, muchos dudan de su actual estado físico: sufrió una osteocondritis a fines del 2009 y su regreso se retrasó más de lo esperado. Con Falcioni, su posición sería ocupar el sector derecho. Ojo, tendrá competencia: el “Burrito” Rivero hizo una buena pretemporada y disputó 3 encuentros en un nivel aceptable.
Nico Colazo fue la sorpresa del verano. Es que de no jugar con Claudio Borghi, pasó a ser una interesante figurita por la banda izquierda. Rápido, encarador y hábil con la pelota, marcó goles importantes e hizo jugar al equipo. La llegada de Erviti lo condiciona. Pero Falcioni lo tendrá muy en cuenta.
Juan Román Riquelme tan sólo jugo un partido y medio en el ciclo Borghi. Su operación en la rodilla derecha lo marginó varios meses de las canchas de fútbol. Al volver, y tras el partido con River, sufrió una tendinitis alquileana producto de una descompensación muscular como consecuencia de la lesión en la rodilla. Realizó una buena pretemporada, con cuidados y bajo la supervisión del cuerpo técnico. No disputó encuentros durante el verano. Todos saben lo que puede aportarle al ataque de Boca.
Orlando Gaona Lugo supo mostrarse en el corto ciclo de Borghi. Un delantero habilidoso, devenido en carrilero derecho en el último semestre. Disputó cuatro encuentros con el “Bichi” hasta que una fractura de tibia por un stress físico lo alejó de las canchas. Aún continúa en recuperación y podría ser una interesante variante.