Se sabe que en Boca interesa, y mucho, JC Falcioni, actual entrenador de Banfield.
Precisamente, la pasada fecha mostró la foto del futuro DT Xeneize con sus futuros dirigidos, en un empate sin goles que dejó poco más que aquella imagen.
Situaciones similares sucedieron en los últimos tiempos, en épocas en que el Club se encontraba, como hoy, necesitado de un “gerente” para su fútbol profesional.
La más reciente búsqueda había sido la del último ex técnico, Claudio Borghi. Argentinos Juniors y Boca se veían las caras por la 1ra fecha del Torneo Clausura 2010, el 31 de enero, en un empate en 2. Los goles los habían convertido los ídolos, Palermo en el primer tiempo y Riquelme faltando 5 minutos para el final, pero no se había podido comenzar sumando de a 3 por el oportunismo de Ismael Sosa, quien decretaría el empate final en la última jugada del partido.
Carlos Ischia también había pasado de un equipo argentino, Rosario Central, aunque había tenido que dejar su cargo unos partidos antes de finalizado aquel Apertura 2007 por malos resultados. De todas formas, había sido el entrenador de La Academia cuando se había enfrentado a Boca, también por la 1ra fecha, y también con un empate, en cero en este caso, en una Bombonera repleta por la vuelta olímpica que habían ofrecido los campeones de la Copa Libertadores de aquel año a sus hinchas.
Miguel Ángel Russo había sido responsable de la obtención de aquella Copa. Pero para convertirse en DT “Xeneize” había tenido que abandonar a su ex club, Vélez Sarsfield, donde había trabajado los anteriores 2 años, realizando un “enroque” con Ricardo La Volpe. Vélez había enfrentado a Boca por última vez con Russo en el banco en el Apertura 2006, el 1ro de octubre, en aquel famoso encuentro en Brandsen 805 donde se remontaría un 0-2 y con un hombre menos, consiguiendo la victoria por 3 tantos a 2, con goles de Fernando Gago –su único gol con la azul y oro- y los dos restantes del inolvidable Rodrigo Palacio.
Vale aclarar que no se tomaron en cuenta ni a Pompei, ni a Abel Alves, ya que eran empleados del club, ni a Coco Basile, quien no trabajaba al momento de tomar el cargo más difícil del fútbol argentino.
Quizás sea sólo un dato de color, pero de los últimos 3 encargados de dirigir al equipo de La Ribera habiendo desembarcado de otros clubes del país, 2 sumaron estrellas al escudo. Ya que están de moda los promedios, un 66% no está nada mal.